Xi Jinping, actual líder de China, hizo pública el mes pasado su intención de recuperar el "socialismo" en el país. Una iniciativa basada en la "prosperidad compartida", término utilizado por Mao Zedong en la década de 1950 y recuperado ahora por Xi. Ahora, el presidente de la República Popular ha hecho públicos los pasos que tendrá que seguir el país para reducir la brecha entre pobres y ricos.
Este movimiento tiene el objetivo de maquillar la imagen del partido, que está perdiendo la confianza de la población tras haber renunciado a los principios del socialismo y de las bases sobre las que se fundó la China actual. No obstante, si bien Xi quiere reducir la brecha económica entre la población, también es cierto que el líder chino ha asegurado que trata de crear una sociedad que sea próspera "en general" en lugar de un "igualitarismo uniforme", como al que aspiraba Mao.
"No todos serán ricos al mismo tiempo y no todas las regiones alcanzarán el mismo nivel de riqueza al mismo tiempo", dijo Xi, tal y como recoge Qiushi Journal, uno de los periódicos del Partido Comunista.
Mientras tanto, el 1% de la población posee casi el 31% de la riqueza nacional, convirtiendo a China en uno de los peores países en términos de redistribución de la riqueza. Por este motivo, Xi quiere la renta media por persona alcance 11.500 dólares en Zhejiang para 2025, zona elegida por el mandatario para demostrar la validez de los planes estatales. Esto supondrá un incremento del 40% en comparación con los niveles actuales.
Puntos de acción para alcanzar la "prosperidad compartida"
Para el Partido Comunista, la construcción de una sociedad moderadamente próspera no debe dividirse en objetivos regionales, "debe verse desde una perspectiva general", dijo Xi. El presidente chino estableció un cronograma para lograr la igualdad de acceso a los servicios públicos básicos para 2035 y para que la prosperidad común se alcance para 2050, tal y como recoge Bloomberg:
- Crear canales para que todos los trabajadores puedan gozar de una movilidad ascendente, evitando el estatismo laboral y la "involución, de tal manera que cualquier persona pueda enriquecerse.
- Oponerse a la "expansión desordenada del capital" y mejorar la regulación antimonopolio.
- Aumentar la formación y la compensación para los trabajadores y abordar las necesidades educativas de los hijos de los trabajadores migrantes para atraer a más personas al grupo de ingresos medios.
- Crear una legislación acorde para los impuestos inmobiliarios y analizar la ampliación del alcance de la recaudación del impuesto al consumo.
- Fortalecer los valores socialistas para fomentar la "riqueza espiritual".
Cabe destacar que estos nuevos objetivos distan mucho de lo que sería un socialismo al uso. Por otro lado, grandes empresas están apoyando esta iniciativa, algo que sonaría extraño de no ser porque está ocurriendo en China. Alibaba anunció que invertirá 15.500 millones de dólares en proyectos para compartir la riqueza, y que contemplan la atención médica rural y el seguro para los trabajadores de reparto. Del mismo modo, Tencent, la multinacional tecnológica más grande del país, también anunció recientemente que destinará 15.500 millones de dólares, la misma cantidad que Alibaba, a la implementación de programas de ayuda social.