
El G-20 ratificó el compromiso de "minimizar el impacto negativo de las acciones de política nacional" y de no caer en "el proteccionismo financiero, en particular con medidas que constriñan los flujos globales de capital" en especial hacia los países en desarrollo.
"Aseguraremos la disponibilidad de, al menos, 250.000 millones de dólares en los dos próximos años para apoyar los créditos al comercio mediante las agencias de préstamos a las exportaciones y a las inversiones o los bancos multilaterales de desarrollo", recoge el texto final acordado en Londres.
"Todos los países son conscientes de que si repetimos los errores de los años 30, cuando se pusieron barreras al comercio, la recesión se prolongará años y no podemos permitir que eso vuelva a pasar. Tenemos que estar preparados para pasar a la acción", afirmó el ministro británico de Economía. El texto reitera su compromiso de terminar la ronda de Doha con una acuerdo "ambicioso y equilibrado", que podría añadir 150.000 millones de dólares al año a la economía.