
El Fondo Monetario Internacional (FMI) fue el gran beneficiado de la cumbre. El acuerdo final recogió sus mayores expectativas: triplicar los fondos con los que cuenta el organismo internacional hasta alcanzar los 750.000 millones de dólares.
Es decir, la institución dirigida por Dominique Strauss-Khan recibirá 500.000 millones de dólares, la mitad de la inyección total aprobada ayer en Londres, que se sumarán a la dotación ya comprometida por los países del G-20. Su finalidad será rescatar a las naciones en emergencia financiera como las de Europa del Este.
El comunicado final del G-20 también hace referencia al nombramiento del director gerente del fondo, así como al presidente del Banco Mundial (BM). A partir de ahora, serán designados por sus méritos y ya no por el acuerdo tácito que atribuía la jefatura del primero a un europeo y la del segundo a un estadounidense.
A cambio, el G-20 pidió al FMI que adelante las ventas de sus reservas de oro para aumentar los fondos con los que ayudar a los países más pobres.