PARIS, 1 (EUROPA PRESS)
El presidente brasileño, Luiz Inacio 'Lula' da Silva, calificó hoy la cumbre del G20 que arranca mañana en Londres como "una reunión entre amigos, pero difícil, porque no todos los amigos piensan necesariamente de la misma manera". En todo caso, se mostró convencido de que de la cita saldrá alguna propuesta que ayudará a restaurar la confianza.
En una breve comparecencia ante la prensa en el Elíseo, donde el presidente brasileño mantuvo un almuerzo de trabajo con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, justo antes de viajar a Londres, ambos mandatarios expresaron su sintonía en cuanto a los objetivos de la cumbre y anunciaron la creación de un grupo de trabajo franco-brasileño sobre la gobernanza mundial.
"Como soy muy optimista, excesivamente optimista, estoy seguro de que mañana nos iremos con, al menos, una proposición que será un estímulo para los millones de seres humanos que esperan de nosotros que seamos sus portavoces", dijo el brasileño.
Por su parte, Sarkozy habló de una "identidad de puntos de vista total y completa" de cara a la cita de Londres entre los dos países. "Queremos que el mundo cambie, que se mueva y que haya un mínimo de regulación", insistió el presidente galo. Lula, mientras, aseguró que hay que "fijar el rumbo político".
"Sarkozy y yo no queremos de ninguna manera asumir la responsabilidad de una reunión abocada al fracaso donde la mayor decisión sea volver a verse para hacer otra reunión", advirtió el presidente brasileño.
"Todo el mundo sabe lo que hacer: no hay más que asumir las responsabilidades, dicho de otra manera, que Londres restaure el crédito en el mundo, sólo así se podrá devolver la confianza para que los consumidores puedan consumir de nuevo y hacer funcionar de nuevo la economía", añadió.