Economía

La OMC incluye a España en su lista de sospechosos de proteccionismo global

La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha incluido a España en su nómina de países sospechosos de haber cedido a las tentaciones proteccionistas por el agobio de la crisis. Así figura en un informe entregado este jueves por el francés Pascal Lamy, director general de la OMC, al centenar y medio de países que forman parte del club del libre cambio global.

El documento ha corrido como la pólvora y el mismo jueves por la tarde ya circulaba por los pasillos de Bruselas, donde cayó el poder de elEconomista.

El documento tiene 46 folios: 27 de filosofía y 19 páginas con los países y las medidas que podrían tener un efecto distorsionador del comercio. Lamy no se moja sobre si estas medidas son o no legales según las reglas del comercio internacional, porque debe mantener a neutralidad ante los Estados miembros. Se limita a recopilar la lista y si algún país se considera perjudicado por las medidas adoptadas por otro, tiene la opción de denunciarlo ante la OMC.

Si gana el pleito y el país proteccionista elimina sus barreras contra el comercio, puede imponerle sanciones comerciales.

Ayudas españolas: motor y banca

España se ha ganado un puesto en la lista porque el 2 de marzo el diario francés Le Figaro publicó que el Gobierno había lanzado un plan de ayudas al automóvil por valor de 4.000 millones de euros. Y a Miguel Sebastián, ministro español de Industria, no se le ocurrió nada mejor que decir que estas ayudas estaban condicionadas a que los fabricantes beneficiados mantuviesen sus niveles de empleo en el territorio nacional. La Comisión Europea ya abrió y posteriormente dio por zanjada una investigación sobre este mismo caso.

También figura España en la lista por las garantías y la compra de activos puestas en marcha por el Gobierno para apuntalar la liquidez de la banca española. Ambas medidas cuentan con la bendición de la Comisión Europea. El sector español se queja de que las ayudas concedidas a sus competidores de otros países europeos por sus Gobiernos están acabando con la competencia en igualdad de condiciones.

Pero como todo es relativo, ahora resulta que un organismo ajeno a la UE ponga las ayudas españolas en el punto de mira. En cualquier caso, en las reglas de la OMC existen excepciones que permiten en casos de crisis más margen para que los Estados intervengan a favor de sus sectores financieros. No así en los subsidios industriales ni en las licitaciones públicas.

Sólo 24 han cumplido

La lista de sospechosos es tan significativa por lo que hay como por lo que no hay. Sólo 24 socios (entre los que se cuentan los 27 países de la UE) del centenar y medio de Estados miembros de la OMC han cumplido y han entregado en Ginebra las medidas comerciales que han adoptado desde que explotara la crisis. Sólo 13 de los países del G-20 (los países más ricos de mundo y las economías emergentes más prometedoras) han respondido a la solicitud de transparencia.

Pascal Lamy anunció a principios de año que emitiría este tipo de informes con regularidad para comprobar si los países estaban cumpliendo compromisos como los adquiridos en la cumbre celebrada en noviembre en Washington por los jefes de Estado y de Gobierno del G-20. Estos Estados se comprometieron a no adoptar medidas contra el libre cambio.

La OMC asegura en este informe que a principios de año apenas se detectaban focos de proteccionismo, pero desde entonces "ha habido un aumento significativo". Aunque mantiene que "no hay indicaciones de que se vaya a producir de manera inminente una fenómeno proteccionista de alta intensidad, que implique un recurso amplio a restricciones y sanciones comerciales".

La guerra comercial aún no se ha desatado

Y añade que "el peligro actual es que se vayan poniendo en marcha restricciones que puedan lentamente estrangular el comercio internacional". Peligro que achaca a que los Gobiernos nacionales "se están enfrentando a presiones crecientes para que adopten medidas proteccionistas?.

El informe de la OMC da la bienvenida a los planes de gasto público a través de los que los Gobiernos intentan estimular la economía para evitar que la actual recesión degenere en una depresión larga y dura. Pero advierte "del riesgo de que estas medidas temporales para proteger el empleo y los beneficios empresariales de los efectos de la crisis creen un legado de industrias no competitivas y de sobrecapacidad sectorial que continúe generando presiones proteccionistas incluso después de que la actividad económica se recupere".

El organismo con sede en Ginebra (Suiza) recuerda que "es necesario recordar el fracaso de las restricciones comerciales y los subsidios para ofrecer un apoyo industrial eficaz en las décadas de los años 70 y 80, y los costes a largo plazo impuestos al comercio internacional hasta que fueron disipados durante las negociaciones de la ronda Uruguay [para la liberalización comercial]".

La OMC añade que "los mismos errores no deben repetirse". Y puestos a llevar el agua a su molino, también asegura que si se lograra un acuerdo en la Ronda de Doha, la negociación iniciada en 2001 para profundizar en la liberalización de los intercambios mundiales de bienes industriales y productos agrícolas, el efecto benéfico sobre la actividad económica global sería equivalente al de un paquete de estímulo presupuestario de más de 150.000 millones de dólares estadounidenses.

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