
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), José Ramón Quintás, ha asegurado que dejar caer a las empresas es más costoso que intervenirlas, si de ellas depende la economía general. "Los recursos públicos son escasos y los privados también, hay que asignarlos eficientemente", indicó. Quintás también se refirió al conflicto en el seno de Caja Madrid, que calificó de caso de "intervencionismo público".
"Yo nunca dejaría caer una empresa, sea financiera o no, si de ella depende la economía general y los ingresos de muchas familias", afirmó. Según explicó, "los recursos públicos son escasos y los privados también, hay que asignarlos eficientemente, dejar caer tendría un coste tremendamente superior a utilizar una política de absorción, de intervención general", afirmó Quintás.
El presidente de la patronal de las cajas de ahorros redundó en lo defendido por la mañana por otras cajas, que hablaron de alianzas interterritoriales en vez de fusiones, aunque defendió este tipo de operaciones siempre y cuando tengan un sentido racional.
Para Quintás, algunas fusiones pueden empeorar a las propias entidades que participan en ellas y consideró absurdo que se desnaturalice el actual modelo de
cajas y que "nos lo carguemos simplemente porque a alguien le gusten las fusiones".
Crítica a la intervención política
"Fusión por fusión, como algunas comunidades autónomas pretenden para tener mejor control de las cajas es una aberracción. La fusión sí es un buen camino por racionalización", explicó.
En este sentido, Quintás también hizo referencia a la intervención de la Comunidad Autónoma de Madrid, que calificó de caso "esperpéntico". Es el "ejemplo de "intervencionismo público más descarado que recuerdo", añadió.
El presidente de la patronal de las cajas de ahorros considera que existe un problema, no sólo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sino de "incomprensión" u olvido deliberado de la mayor parte de las fuerzas políticas en cuanto a la regulación de cajas.
En este sentido, concretó que la Ley Orgánica de Cajas de Ahorros establece que el mandato de los órganos de gobierno de las cajas de ahorros no es imperativo, y que nadie, ni siquiera quien se encargó de su designación, puede indicar el sentido del voto en su seno. "Esto es un acto que viola la ley", consideró Quintás, para quien es algo "extremadamente preocupante".