
El Gobierno federal de Estados Unidos podría dar a conocer el próximo lunes las líneas fundamentales de un nuevo plan ideado para liberar al sistema financiero de sus activos tóxicos y así atraer de nuevo a los inversores gracias a una combinación de precios inferiores y las ayudas del Gobierno. Sin embargo, este nuevo plan, que es más pequeño que lo pensado en un primer momento, requerirá la participación de inversores del sector privado.
Pero este nuevo marco, diseñado para ampliar programas existentes y para crear nuevos mecanismos, depende enormemente de la participación de inversores del sector privado, quienes han sido el blanco de duras críticas en Wall Street después de la polémica suscitada con las bonificaciones recibidas por los empleados de la aseguradora American Internactional Group (AIG).
Como resultado, muchos inversores han mostrado su preocupación por hacer negocios con el Gobierno en medio de este clima de intcertidumbre, que podría acabar con las verdaderas perspectivas de este nuevo programa.
Se creará una nueva entidad para su administración
Otro aspecto fundamental a destacar, es que el nuevo programa, que podría ser orquestado el próximo lunes por el Gobierno federal, es que es más pequeño que el previsto originalmente, lo que hace plantearse si finalmente será suficiente para poder acabar con los activos tóxicos.
Por su parte, la administración del plan, que está siendo esperado con impaciencia por parte de los inversores, incluye la creación de una nueva entidad, respaldada por la Federal Deposit Insurance Corp. que ayudará a adquirir y mantener los préstamos.
Además, el Departamento del Tesoro tiene la intención de ampliar la capacidad de la Reserva Federal para incluir una especie de "herencia" de los activos más viejos ya que ctualmente, sólo es utilizada para comprar nuevas emisión de valores de consumo de todo tipo de préstamos, pero los activos más tóxicos fueron creados entre los años 2005 y 2006.