
Bruselas, 19 mar (EFE).- Los líderes de los Veintisiete están debatiendo duplicar, hasta 50.000 millones de euros, los fondos de que dispone la UE para ofrecer ayuda financiera a los Estados miembros que afrontan graves desequilibrios en su balanza de pagos.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha hecho esta propuesta a los jefes de Estado y de Gobierno durante la primera jornada del Consejo Europeo que hoy comenzó en Bruselas.
En rueda de prensa al término de la reunión, Durao Barroso recalcó que la línea de crédito comunitaria para ayudar a estabilizar a los socios en apuros cuenta todavía con 15.400 millones de euros, cantidad "probablemente suficiente" para atender nuevas peticiones, pero consideró que elevar el umbral hasta 50.000 millones de euros sería una "buena señal".
Los Estados miembros ya acordaron a finales de diciembre aumentar de 12.000 a 25.000 millones el límite de ese instrumento -del que sólo pueden beneficiarse los países que no pertenecen al euro-.
Hasta la fecha, la UE ha facilitado préstamos, junto a otras instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), a Letonia y Hungría, y se encuentra en negociaciones con Rumanía.
A Hungría se han asignado 6.500 millones de euros y a Letonia 3.100 millones, por lo que, a falta de determinar la asistencia a Rumanía, quedan todavía más de la mitad de los fondos disponibles.
Pero dado el agravamiento de la crisis y la delicada situación en que se encuentran algunas economías del centro y este de Europa, no es descartable que más países se vean obligados a solicitar ayuda.
Durao Barroso dejó hoy claro que no se trata de una cuestión urgente, sino de demostrar la voluntad de apoyo a los Estados miembros en dificultades.
Según el borrador de conclusiones de la cumbre, que los mandatarios deben rubricar mañana, la UE está dispuesta a elevar los fondos para el citado instrumento de apoyo a la balanza de pagos, aunque no se precisa la cantidad.
"La Comisión y el Consejo deben considerar rápidamente la posibilidad de aumentar el límite del mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos", señala el documento.
Los Veintisiete insisten en que la estabilidad macrofinanciera es un requisito esencial para la solidez de la UE en su conjunto y recuerdan que "la solidaridad entre los Estados miembros es un valor fundamental de la Unión".
Aunque hay que estar preparados para tomar las medidas necesarias, el Consejo Europeo precisará que la situación de cada país debe analizarse "caso a caso" y en estrecha cooperación con las instituciones multilaterales.
En la cumbre extraordinaria que celebraron el pasado día 1, los líderes de la Unión ya descartaron poner en marcha un plan de rescate para todos los países de Europa central y del este, como solicitaron algunos países de la región.
Ya entonces, se hizo hincapié en las diferencias entre los países de la zona, dejando clara, en cualquier caso, la disposición de la UE a ayudar a los Estados miembros que lo requieran.
El Gobierno checo, que preside este semestre la UE y cuya economía está capeando la crisis mejor que la mayoría de los nuevos socios comunitarios, también se ha esforzado por resaltar la diferencia entre los países de la región.