Forma parte de las proyectos que estudia para continuar la simplificación de la PAC y reducir su carga burocrática en un 25%
BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, es "optimista" y confía en reducir la carga burocrática de la política agraria común en un 25% para 2012, pero para ello es necesario continuar la "simplificación" de la Política Agraria Común (PAC) iniciada en 2005 con nuevas acciones como la de organizar "estancias en granjas" para los funcionarios de su departamento, con el objetivo de que conozcan mejor la "realidad" del sector.
Durante la presentación, este miércoles en rueda de prensa, de un informe sobre los cambios promovidos por la Comisión para simplificar los recursos técnicos y políticos de la PAC, Fischer Boel defendió los "enormes progresos" alcanzados en los últimos tres años y medio y que permiten "ahorrar 1.400 millones de euros" al reducir las cargas burocráticas.
La revisión de la política agraria europea ha reducido los trámites y requisitos innecesarios que deben cumplir los agricultores y las empresas agrarias, pero también "ahorrar dinero", destacó la comisaria, "en un momento de crisis".
El sector agrícola es una de las áreas en las que "más legisla" el Ejecutivo comunitario y "todos nos damos cuenta de que la PAC es extremadamente complicada", admitió Fischer Boel. Por ello el objetivo primero de la comunicación presentada este miércoles es "facilitar las cosas" y contribuir a que haya "menos burocracia" y que las políticas agrícolas "sean más fáciles de aplicar para los usuarios".
En esta línea, la Comisión quiere continuar introduciendo nuevas medidas de simplificación con el objetivo de reducir las cargas administrativas que afrontan los agricultores europeos en un 25% de aquí a 2012. Se trata de una meta "realista", a juicio de Fischer Boel, porque en elementos concretos de la política agraria están "muy por encima" de esa cifra como, por ejemplo, en lo que se refiere al pago único, donde la reducción es de un 46%, aseguró.
Menores costes y menor carga administrativa favorecen la competitividad del sector agrícola europeo y por ello la Comisión considera que éstos deben ser objetivos "perseguidos en todos los ámbitos políticos ligados al sector agrícola y a todos los niveles, incluidos los Estados miembros y las regiones".
Así, el informe pide a "todos los actores implicados" una "atención especial" a la simplificación en el futuro y aboga por promover el nuevo sistema informático para el intercambio de datos entre Bruselas y los Estados miembros (ISAMM).
Con esta herramienta, en última fase de desarrollo, y un mejor uso de la información, el Ejecutivo comunitario cree que los Veintisiete podrían reducir los gastos administrativos de las explotaciones en más de 400 millones de euros.
MEJOR FORMACION PARA EL PERSONAL COMUNITARIO.
La oficina de Fischer Boel considera que una mayor transparencia y una mejor comunicación son también instrumentos esenciales para avanzar en los objetivos marcados, al igual que es consciente de que las actas jurídicas pueden ver "limitada" su accesibilidad a los usuarios debido al lenguaje utilizado para su redacción. Por ello apuesta por formar a su personal para que simplifique la legibilidad de los textos.
Entre las "nuevas ideas" que baraja la comisaria Fischer Boel para mejorar la formación de su equipo se incluyen "estancias en granjas" con el objetivo de que el personal de la Comisión dedicado a la política agraria conozca mejor la "realidad" del sector.
Aunque la comisaria aseguró que la mayoría de su equipo tiene "sus raíces en el campo", defendió las estancias en explotaciones agrarias como una experiencia útil para que aquellos que gestionan las políticas agrícolas conozcan las necesidades de aquellos que trabajan directamente en ese sector.
Otros proyectos presentados en el documento de este miércoles es la posible "armonización de las normas de condicionalidad", que condicionan las ayudas recibidas por los agricultores al cumplimiento de requisitos medioambientales; mejoras en la política de calidad, incluida la posibilidad de eliminar instrumentos que no sean efectivos; y una revisión más frecuente de la legislación para evitar que ciertas normas queden obsoletas.
Hasta la fecha ya se han introducido numerosos cambios destinados a simplificar la PAC como, por ejemplo, suprimir la obligación de contar con un certificado de exportación para la carne de vacuno sin restricciones que ha reducido los costes de los operadores en unos 16 euros por tonelada, según datos de Bruselas. La comisaria no descartó en un futuro la supresión de otros certificados similares como el que se aplica a los cereales: "seguiremos trabajando en determinados sectores", explicó.
Además, la Comisión ha derogado normas de comercialización específicas en relación con 26 tipos de frutas y hortalizas, lo que conlleva que los operadores ya no deban soportar costes de cumplimiento, que las autoridades ya no tengan que realizar controles y que se evite desperdiciar parte de la producción.