
Los principales gestores de fondos a nivel mundial han mostrado el mayor grado de optimismo desde diciembre de 2005, aunque la prolongada crisis bancaria ha provocado mayor prudencia a la hora de invertir en el sector financiero, según se desprende la última encuesta de gestores de fondos elaborada por Merrill Lynch-Bank of America.
La consulta, que se llevó a cabo entre el 6 y el 12 de marzo y en la que participaron 213 gestores de fondos que administran activos valorados en 533.000 millones de dólares, indica por primera vez en tres años que los inversores "no esperan un menor crecimiento económico en los próximos doce meses".
En este sentido, la encuesta señala que el optimismo de los grandes inversores respecto a la evolución de la economía se relaciona con las expectativas de crecimiento de EEUU y de los países emergentes, especialmente de China, mientras que las posiciones de inversión de los gestores de fondos muestran mayor cautela respecto a la evolución de Japón y de la zona euro.
Hace sólo dos meses, un 70% neto de los encuestados pensaba que la economía de China podría empeorar en el próximo año. Ahora, esa cifra ha caído hasta un 1% neto durante este mes, señala el estudio.
Recuperación y apetito por el riesgo
"La encuesta de marzo muestra signos de que los inversores quieren creer en la recuperación económica, aunque la cautela respecto a la banca limita firmemente el apetito por el riesgo", explicó Gary Baker, co-director de estrategia internacional de inversiones de Banc of America Securities-Merrill Lynch.
En concreto, un 48% de los gestores ha afirmado que este mes los bancos han tenido una ponderación neta reducida, frente a un 39% neto en el mes de febrero, mientras que el 22% afirmó ser agresivo con la ponderación, frente al 17% de febrero.
"La forma en la que los inversores resuelvan esta anomalía entre el crecimiento del optimismo y el rechazo al riesgo determinará el destino de los mercados durante esta primavera", explicó otro de los autores del estudio.
Por otra parte, los gestores continúan creyendo que las acciones están infravaloradas. En concreto, un 42% de los encuestados considera que los valores están por debajo de su precio real, lo que supone un incremento importante en relación al 24% de febrero.