MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Altadis se congratuló hoy de las tres sentencias del Tribunal Supremo que ponen fin al conflicto que mantenía con McLane desde 1996, por el que ésta última exigía a la entonces Tabacalera que le suministrara su mercancía, independientemente de que sus capacidades de logística fueran o no las adecuadas.
Desde entonces, según señaló hoy la tabaquera, McLane, actual Conway, todavía no ha conseguido ningún contrato de distribución con una gran compañía fabricante de productos derivados de tabaco, lo que prueba que "ha intentado conseguir judicialmente lo que era incapaz de lograr en el mercado".
Concretamente, en dos de las sentencias, el Tribunal Supremo estima sendos recursos de ALTADIS (ALT.MC)al considerar que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) debía haber resuelto la solicitud presentada por la tabaquera para que declarara que había perdido la posición de dominio con efectos del 1 de enero de 2003, y sobre la que la CNC se había declarado incompetente.
Esta solicitud se fundamentaba en una certificación del Comisionado del Mercado de Tabaco que pone de manifiesto que Altadis no tenía posición dominante en esa fecha, según señaló la tabaquera.
La tabaquera propiedad de Imperial Tobacco valoró "muy positivamente" la estimación de sus recursos por el Tribunal Supremo y confió en que la CNC, que debería pronunciarse ahora sobre ello, constate que el mercado de tabaco ha cambiado sustancialmente desde 1996, cuando se iniciaron los hechos litigiosos, ya que los mercados de fabricación y distribución mayorista están completamente liberalizados.
En la otra sentencia, el Tribunal Supremo confirma la resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia dictada en 2002, que declaró que Tabacalera había abusado de su posición de dominio al no aceptar a McLane como nuevo distribuidor de sus marcas y le impuso una multa de tres millones de euros, que ya fue pagada.
La Comisión Europea analizó en 2007 el mercado de distribución mayorista de productos derivados del tabaco en España, Portugal, Francia e Italia y consideró "probable" que la entidad fusionada (Imperial Tobacco-Altadis) no tuviera capacidad para restringir el acceso de los competidores a los consumidores finales, ya que éstos estarían en posición de encontrar canales de distribución alternativos.
Asimismo, la Comisión Europea indicó que los fabricantes tienen sus propios distribuidores en otros países, por lo que también disponen del 'know how' logístico "para que esos fabricantes ayuden a alternativas emergentes".
Finalmente, entre las opiniones de otras compañías distribuidoras, la Comisión Europea recabó la de Conway, que declaró que no existían barreras de entrada y que creía disponer de "todo el 'know how', infraestructura y alcance nacional para comenzar a distribuir cigarrillos a mayor escala y estimaba que necesitaría entre 4 y 6 meses para ampliar sus instalaciones y hacer frente a la distribución de una de las grandes compañías tabaqueras".