
Las últimas estimaciones del Banco Mundial apuntan a que los 129 países considerados en vías de desarrollo percibirán entre 200 y 700 millones de dólares menos este año, y apuntó que sólo una cuarta parte de ellos cuenta con las medidas necesarias para sobreponerse a este recorte de ingresos. La institución instó a desarrollar con urgencia una "solución multilateral" que englobe a los gobiernos y al sector privado.
Según el último estudio publicado hoy por la organización, con vistas a la próxima cumbre del G-20, 94 de los 116 países en vías de desarrollo han experimentado una desaceleración económica, y 43 de ellos sufren elevados niveles de pobreza. Los sectores más afectados por la crisis son los de la construcción, las manufacturas y la minería.
"Necesitamos reaccionar en tiempo real a la crisis cada vez mayor que está dañando a la gente de los países desarrollados", declaró el presidente del Grupo Banco Mundial, Robert B. Zoellick. "Esta crisis es global y necesita una solución global para evitar una catástrofe económica en los países en vías de desarrollo. Hay que invertir en infraestructura, pequeñas y medianas empresas y evitar el descontento político y social", añadió.
La deuda aumentará "dramáticamente"
Para la próxima reunión del G-20 en Londres del próximo 2 de abril, el Banco Mundial advierte de que los países industrializados deberán tener en cuenta que la deuda va a aumentar "dramáticamente" y que no podrán reclamar dinero a los países en vías de desarrollo, que van a experimentar enormes dificultades para corresponder a los acuerdos. Además, "muchas instituciones que funcionaban como intermediarios financieros han desaparecido".
Los países en vías de desarrollo que logren acceder a los mercados financieros internacionales también atravesarán serios problemas, entre los que el Banco Mundial cita el "aumento de los costes de los préstamos y el descenso del flujo de capital" por lo que se anticipa "el debilitamiento en la inversión y la ralentización del crecimiento económico" en estos países.
Finalmente, el Banco Mundial teme que las ayudas económicas "sean ahora más volátiles" que nunca por culpa de la crisis. La institución recuerda además que los países donantes todavía tienen que entregar 39.000 millones de dólares comprometidos en la cumbre de Gleneagles (Escocia) de 2005.