Economía

El desacuerdo sobre la subida salarial podría romper la negociación entre sindicatos y patronal

Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. Foto: Archivo

Hoy ponen sus cartas boca arriba sobre el tablero de la negociación salarial con pocas o ninguna posibilidad de encontrar una jugada que satisfaga a las partes. Sindicatos y patronal juegan fuerte, pero son conscientes de que la distancia de las posiciones es muy larga. La última reunión de la Comisión de Relaciones Laborales de CEOE sirvió para constatar que, salvo que en la reunión de hoy se produjera un cambio radical de los sindicatos, el proceso de negociación está agotado.

Las organizaciones de los trabajadores no se apean de una posición salarial que se sitúa en la horquilla que va desde el 1,5 al 2,5%, lo que una fuente empresarial ha considerado "inaceptable". Para CCOO y UGT, los empresarios son unos "oportunistas" que quieren ignorar que durante los últimos siete años se han agarrado a la inflación prevista por el BCE para negociar las subidas salariales, aunque todos los años se han incumplido estas previsiones al alza, lo que ha perjudicado el poder adquisitivo de los trabajadores.

"El 2% tiene que figurar en el Acuerdo Interconfederal por encima de todo", señala un representante de Comisiones Obreras, y añade que "los empresarios parecen dispuestos a reventar la negociación a cualquier precio y lo van a conseguir con sus exigencias".

Las exigencias de la patronal

El mismo clima de ruptura se respira en la otra orilla. Los empresarios no quieren hablar solamente de salarios. Aislar el debate de los salarios de otras urgencias no es posible, se afirma. No se puede dejar de hablar de reducción de cuotas sociales, no se puede dejar de hablar de absentismo, ni de despido, ni de dinamizar el mercado de trabajo, función en la que los Servicios Públicos de Empleo han fracasado sistemáticamente.

La patronal quiere reflexionar con los sindicatos y con el Gobierno sobre cuestiones que ya se negociaron en otras crisis precedentes y quieren que se aprovechen aquellas lecciones. Y aluden a anteriores Gobiernos socialistas y a la experiencia de personalidades como Joaquín Almunia (ex ministro de Trabajo), José Borrell o Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Los sindicatos en la línea de defensa de sus pretensiones salariales necesitan salvar su imagen y admiten a regañadientes que se firme el acuerdo sobre el eje del 2% de subida salarial y pueden llegar a ceder o al menos aceptarían hablar sobre cláusulas de "descuelgue" ampliables a sectores o a territorios y no sólo a empresas. Otra propuesta, no acumulable a las anteriores, es la de que se pudieran producir cláusulas de revisión a la inversa, es decir, que en 2010, conocida la inflación final de este año, se aplicara algún tipo de reducción en las subidas de los sueldos.

En las organizaciones patronales no dejan de recordar a los sindicatos que los precedentes dicen que, cuando no hay ajuste por la vía de los salarios, lo hay por la vía de la destrucción de empleo. Y no dejan de lamentar la ruptura del statu quo por parte del Gobierno al subir los salarios de los funcionarios cinco veces por encima de la inflación real que se producirá este año. Las espadas están en alto.

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