El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido "erradicar" los paraísos fiscales, limitar los incentivos que llevan a los directivos de los bancos a adoptar riesgos excesivos, crear un sistema de supervisión global transparente y evitar las medidas proteccionistas. "Tenemos confianza y seguridad de que, aun con las dificultades y serias que vamos a atravesar, unidos vamos a salir de la crisis para tener un nuevo sistema financiero internacional sólido, transparente, ético", dijo
En la rueda de prensa final de la reunión de los líderes europeos del G-20, el presidente del Gobierno defendió un "nuevo orden económico sostenible", en línea con las propuestas de la canciller alemana Angela Merkel, donde "no existan barreras proteccionistas", que cumpla los Objetivos del Milenio de lucha contra la pobreza, y "que apueste por una economía de la innovación medioambiental, por una economía verde como el gran reto y la gran transformación más productiva en las próximas décadas.
En este sentido, Zapatero afirmó que la reunión de Berlín debe servir para dar "seguridad a los ciudadanos, a las empresas, a las entidades financieras de que los Gobiernos europeos y de que la UE están al frente en el liderazgo del combate a esta crisis internacional nunca conocida", con una respuesta pública también sin precedentes con apoyo al sistema financiero, paquetes de estímulo fiscal y coordinación.
Las ayudas no deben perjudicar a los bancos solventes
El presidente del Gobierno dijo que espera que la cumbre del G-20 el 2 de abril en Londres "sea una cumbre de decisiones y de acción". "Londres ha de ser una cumbre de decisiones para que el nuevo sistema financiero interna
cional entre en funcionamiento cuanto antes", señaló.
Zapatero dijo hoy que el proteccionismo es un "espejismo económico" y abogó por combatirlo en todas sus manifestaciones, incluido el "proteccionismo financiero".
Zapatero pidió que las ayudas públicas a los bancos para estabilizar el sistema no acaben perjudicando a las entidades solventes, algo que ha sido denunciado por el sector financiero español.
"No puede ser que unas entidades, por tener unas ayudas públicas muy potentes, aparezcan beneficiadas en la competencia con otras entidades que no han tenido ayudas públicas porque estaban en una situación de solvencia y esto puede provocar una distorsión", subrayó el presidente del Gobierno en la rueda de prensa final de la reunión de los líderes europeos del G-20.
Señaló que corresponde a la Comisión Europea garantizar que las ayudas sean "compatibles con la legislación comunitaria". Y aseguró que el Ejecutivo comunitario ha sido "también muy beligerante contra el proteccionismo".
En todo caso, Zapatero dijo que la lucha contra el proteccionismo es "perfectamente compatible", siempre que se respete el Tratado, con el apoyo a sectores industriales que "tengan dificultades" y que "necesiten una reconversión", y puso como ejemplo al sector del automóvil.
También en este caso, el presidente del Gobierno apuntó que el Ejecutivo comunitario es el que debe analizar los planes de ayuda al sector automovilístico que diseñe cada Estado miembro y verificar que sean compatibles.
"La Comisión va a evaluar las líneas de ayudas que cada país hemos puesto a favor del automóvil, establecerá criterios, igual que es quien vigila las ayudas que estamos realizando a las entidades financieras", afirmó Zapatero. Bruselas ya ha pedido a España, Francia e Italia aclaraciones sobre sus respectivos planes ante las sospechas de que puedan ser proteccionistas.
Zapatero pide al BCE que mantenga las medidas
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido al Banco Central Europeo (BCE) durante su intervención que mantenga las medidas extraordinarias para facilitar la liquidez en el sistema financiero. Zapatero hizo esta solicitud durante su intervención a puerta cerrada ante la reunión de los líderes europeos del G-20, a la que asiste también el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.
Por su parte, Trichet elogió el sistema de provisiones dinámicas aplicado por los bancos españoles y lo puso como ejemplo a seguir por el resto de las entidades europeas. Este sistema, impuesto por el Banco de España, obliga a los bancos a acumular reservas durante los buenos momentos económicos para poder hacer frente a posibles pérdidas en periodos de crisis.
Zapatero ha criticado el proteccionismo comercial y financiero y aseguró que las medidas para favorecer únicamente a empresas y productos nacionales discriminando al resto no son más que un "espejismo económico" que acaba siendo "perjudicial" para todos los países.
Zapatero indicó además que debe haber un organismo internacional que asuma la responsabilidad de supervisar el cumplimiento de las nuevas normas, porque sería "contradictorio" diseñar nuevas reglas sin tener garantías de que se apliquen. Aunque en su discurso no identificó qué órgano debe cumplir esta función, en las últimas semanas el presidente del Gobierno ha hablado de la necesidad de reforzar los poderes del Fondo Monetario Internacional.
En su intervención ante los líderes europeos, Zapatero subrayó que, en la reunión que celebró en Washington el pasado mes de noviembre, el G-20 puso "los nuevos fundamentos del orden financiero internacional" y dijo que la tarea para la próxima reunión que se celebrará en Londres el dos de abril será "pasar a la acción". Zapatero afirmó por último que la reunión de Berlín de este domingo debe servir para "renovar este compromiso".
Merkel le recibe a su llegada
La canciller alemana, Angela Merkel, ha recibido con un apretón de manos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, a su llegada a la reunión de los líderes europeos del G-20 que se celebra en la Cancillería Federal para discutir sobre la crisis económica y la reforma del sistema financiero internacional.
Zapatero llegó a la Cancillería Federal inmediatamente después del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. Antes de entrar en la sede de la Cancillería, el presidente del Gobierno posó sonriente ante los fotógrafos junto con Merkel, Solbes, y el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück.
Los primeros en hacer acto de presencia fueron el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.
Después del presidente del Gobierno llegó el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, cuyo país, al igual que España, no es miembro de pleno derecho del G-20 pero ya participó el la cumbre de Washington de noviembre de 2008 en la que se iniciaron los trabajos de reforma del sistema financiero internacional. A continuación, Merkel recibió al primer ministro británico, Gordon Brown, y al italiano, Silvio Berlusconi.
El último en llegar fue el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que se retrasó unos minutos respecto a la hora prevista para el inicio de la reunión, que era las 11:30.