Economía

El Senado ratifica el plan de estímulo de Obama por 787.000 millones de dólares

El Congreso de EE.UU. aprobó hoy un plan de estímulo por 787.000 millones de dólares, después de que el Senado lo ratificara con 60 votos a favor y 38 en contra. Unas horas antes, la Cámara de Representantes aprobó el plan de reactivación económica con 246 votos a favor y 183 votos en contra, todos ellos del partido republicano y siete demócratas. Obama ha señalado que su aprobación es un "hito histórico" y el "principio de la recuperación de EEUU".

La medida, una de las prioridades de la Casa Blanca, pasa ahora al presidente, Barack Obama, para su promulgación, previsiblemente el lunes próximo.

La legislación supone la intervención más extensa del Gobierno federal en el quehacer económico nacional desde la Segunda Guerra Mundial y, es además, una importante victoria legislativa para la guerra contra la recesión que libra la Casa Blanca.

La votación se alargó horas

La votación, que normalmente no pasa de 15 minutos, se extendió durante horas, hasta casi las 04.00 GMT, para darle tiempo al senador demócrata Sherrod Brown a que regresara a Washington para emitir el voto y después regresar a Ohio al velorio y funeral de su madre.

Los demócratas numeran 58 en el Senado, incluyendo a los dos independientes que suelen votar con ellos, y necesitaban un mínimo de 60 votos para impedir cualquier maniobra dilatoria de los republicanos. Así, el voto número 60 lo efectuó, efectivamente, el senador Brown.

Prevé crear tres millones de empleos

El plan de estímulo prevé la creación de poco más de tres millones de empleos e incluye recortes de impuestos para familias y negocios, fondos para programas sociales y obras públicas, y ayudas para los gobiernos estatales, estudiantes y desempleados.

La legislación ha dejado ganadores y perdedores, y un mal sabor de boca para los republicanos, que lo tachan de costoso e ineficaz y aseguran que abultará el déficit y la deuda nacional.

Polémica claúsula "Buy American"

Ante presiones del sector exportador y de los socios comerciales de Estados Unidos, el plan diluyó la controvertida cláusula "Buy American" que, salvo algunas excepciones, exige el uso de hierro, acero y productos manufacturados estadounidense en obras de infraestructura financiadas por el plan.

Según el texto definitivo, la cláusula se aplicará sin violar las normas del comercio internacional.

La mayoría de los expertos vaticina que el paquete de medidas tomará tiempo para surtir efecto y, aunque no frenará el desangramiento de empleos de inmediato, sí comenzará a espolear su crecimiento para fines de 2009.

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