A la salida de los estudios del Nasdaq, en pleno Times Square, una marabunta de gente hace una interminable cola. La estampa es familiar, ya que los puestos de entradas para los musicales que invaden Broadway suelen estar localizados en el corazón de la Gran Manzana. Sin embargo, en esta ocasión, la sonriente cara de las personas que se acumulan en la línea resulta ciertamente sorprendente.
No es para menos, acaban de ganar 50 dólares por no hacer más que esperar en cola, un esfuerzo mínimo, siempre y cuando las gélidas temperaturas que azotan la ciudad lo permitan. Curiosamente, en un momento de recesión, de esquemas de Ponzi, de rescates financieros y otras calamidades, un personaje llamado Bailout Bill se ha dedicado a repartir dinero gratis por la ciudad.
Parece una broma, pero seguramente si usted se deja caer por Times Square y visita la conocida como Cabina de Rescate. a tan sólo unos metros de la conocida tienda de discos Virgin, podrá sentirse como cualquiera de las entidades financieras que han tenido que ser rescatas por las autoridades federales.
No importa quién eres o a qué te dedicas, Bailout Bill garantiza que algo obtendrás si te presentas y cuentas tu historia.
Hasta 5.000 dólares
Dependiendo su juicio, cualquiera de las personas que esperen pacientemente podrá llevarse una cantidad que oscila entre los 50 y los 5.000 dólares. Con los tiempos que corren, ninguna de las dos cifras resulta una minucia.
Sin embargo, en Nueva York, no todo es lo que parece y siempre existe un mensaje implícito. Bailout Bill y sus colaboradores reparten panfletos con la dirección de una página web (http://www.bailoutbooth.com/) cuyo objetivo es que los consumidores cuelguen videos y fotografías de productos que quieran poner a la venta, por eso, muchos creen que este emprendedor ha decidido repartir dinero gratis como mera herramienta de promoción. De hecho, la "Cabina del Rescate" tiene previsto recorrer otras ciudades como Boston, Filadelfia o Washington DC.
Promoción o marketing, lo cierto es que este hombre ha conseguido llamar la atención de cientos de personas y alegrar el día a más de un necesitado.
"No tengo chaqueta, estoy enfermo y no tengo donde vivir", aseguraba un sin techo a un periodista de la BBC. "Dios bendiga este día y a este hombre".