Economía

Brown defiende su frase sobre empleos para británicos que dio pie a huelgas

Londres, 4 feb (EFE).- El primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, defendió hoy su famosa frase de "empleos británicos para trabajadores británicos", que dio pie a una serie de huelgas en una refinería que contrata mano de obra extranjera.

En la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Brown no quiso disculparse por el uso de la frase después de que el líder de la oposición, el conservador David Cameron, le acusara de consentir el proteccionismo.

En una acalorada sesión parlamentaria, Cameron afirmó que la frase resultó ser un "gran error", en una clara referencia a las huelgas secundadas por los empleados de la refinería de Lindsey, en North Lincolnshire, en el norte de Inglaterra.

Pero Brown, entre los gritos de los diputados de la oposición, dijo: "¿Puede alguien decir aquí que no quiere que los trabajadores británicos obtengan empleos en nuestro país?".

Los choques verbales entre Brown y Cameron comenzaron después de que ambos líderes manifestasen la necesidad de evitar medidas proteccionistas durante la actual recesión económica.

"Todo el mundo puede escucharle a Usted decir que es importante evitar el proteccionismo, ¿No es Usted culpable de incentivar el sentimiento proteccionista?", le preguntó Cameron a Brown.

"El uso de la frase 'empleos británicos para trabajadores británicos' muestra una falta de juicio. ¿Lo lamenta ahora?", agregó el líder "tory", quien calificó el eslogan de "oportunista y proteccionista".

Por su parte, el "premier" señaló que, en una economía global, en la que hay una competencia por puestos de trabajo, es "absolutamente crucial hacer todo lo que podamos para ayudar a la gente a obtener los empleos que están disponibles".

El jefe del Gobierno pidió a los empleados de Lindsey que acepten la propuesta de un acuerdo para poner fin a las huelgas.

Los empleados de esa refinería de Lindsey han rechazado el plan, que consiste, según la BBC, en ofrecer sesenta de los 200 empleos que serán creados a trabajadores británicos.

Este plan surgió anoche al término de una reunión presidida por el llamado Servicio de Arbitrio y Conciliación (Acas), convocado por el Gobierno para mediar en el conflicto, y en la que tomaron parte la petrolera Total -dueña de la refinería-, la empresa subcontratada italiana IREM y los sindicatos.

Estas huelgas, que se han extendido a otras refinerías del país, estallaron la semana pasada después de que Total anunciase que IREM se adjudicaba el contrato para construir una nueva unidad de procesado en esa refinería de North Lincolnshire.

IREM decidió para ello utilizar a su propia fuerza laboral, formada principalmente por trabajadores italianos y portugueses.

Los trabajadores británicos en Lindsey, según la BBC, consideran que es muy baja la oferta de 60 puestos para británicos de los 200 en disputa en virtud del contrato con IREM, por lo que continuarán las negociaciones para poner fin a estas huelgas no oficiales.

Según la BBC, en un principio se estimaba que la mitad de los 200 puestos irían a empleados británicos.

Los empleados de la refinería de Lindsey están furiosos de que IREM haya optado por mano de obra extranjera.

La petrolera Total ha insistido en que nunca discriminó contra empresas o trabajadores británicos, mientras que el Gobierno, opuesto a cualquier medida proteccionista en momentos de desaceleración económica, ha rechazado que se violase la ley.

El ministro británico de Empresa, Peter Mandelson, ha señalado que Total no ha violado ninguna legislación británica y ha puntualizado que es necesario concentrarse, "no en la política de la xenofobia", sino en afrontar la recesión económica.

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