Los sindicatos critican falta de diálogo con la nueva Dirección y afirman que la empresa sólo quiere "dinero"
VALLADOLID, 3 (EUROPA PRESS)
Los trabajadores de RENAULT (RNO.PA)se manifestarán mañana en Valladolid como medida de protesta y para que el presidente del Grupo, Carlos Ghosn, vea la preocupación y la incertidumbre existente en España, donde los sindicatos aseguran que hay "falta de entendimiento, información y negociación" con los recientes cambios al frente de la Dirección.
Así lo explicaron en rueda de prensa los responsables de la Sección Sindical de Comisiones Obreras en Renault después de que se negaran a participar en la reunión del Comité Intercentros celebrado hoy en Valladolid, al haberse enterado por los medios de comunicación de la supresión del tercer turno en la factoría de Palencia.
El presidente de la Sección Sindical, Joaquín Arias, advirtió de las "nuevas formas de trabajo" de la Dirección de Renault en España, en la que ha cambiado todo, desde su presidente "en adelante", lo que ha derivado en falta de información, así como de entendimiento y negociación.
Arias, que criticó que la empresa "cacaree" que hay diálogo social y no lo lleve a la realidad, manifestó la situación "complicada" que ha provocado que el Comité de Empresa se reuniera ayer para decidir las acciones a llevar a cabo.
De esta forma, se decidió convocar una manifestación que mañana recorrerá el camino que hay entre las factorías con las que cuenta Renault en Valladolid hasta el edificio del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl). La movilización se desarrollará a partir de las 14.00 horas, cuando salgan los aproximadamente 600 trabajadores de los turnos de mañana, que irán a pie por la carretera de Madrid en dirección a la capital vallisoletana.
El objetivo, indicó Arias, es protestar y hacer ver al presidente del Grupo la preocupación e incertidumbre que se vive en España y demandar una solución.
OTRAS MEDIDAS.
Además, los sindicatos acudirán el 12 de febrero a París, donde Carlos Ghosn tiene previsto presentar los resultados económicos del Grupo, para intentar reunirse con él, lo que solicitarán mañana mediante una carta que entregarán en el comité europeo.
Por otro lado, la representación de los trabajadores pedirá una reunión con la Junta de Castilla y León para aclarar qué subvenciones se dan a la empresa, ya que consideran que "no es de recibo" que hace cuatro meses la Administración regional subvencionar a la marca del rombo para formar y crear empleo y ahora se destruya.
Arias indicó que mientras la empresa decía que se crearían 4.000 puestos de trabajo, el sindicato cree que son 900-1.000, pero anualmente. El responsable de Comisiones indicó que desconoce la cuantía de las ayudas, que creen que son muy altas para que a los cuatro meses de concederse un turno de trabajo de Palencia desaparezca.
Por ello, exigirán a la Junta que pida la devolución de las subvenciones, ya que no se han cumplido las expectativas y se conceden "a la ligera", y que mire "con lupa" las siguientes ayudas de ahora en adelante.
El presidente de la Sección Sindical de Comisiones cree que con el expediente de regulación de empleo (ERE) tanto el Gobierno regional como el nacional tuvieron en la mano la "llave" y no fueron capaces de hacer algo.
'SACAR DINERO'.
Joaquín Arias se mostró convencido de que la empresa lo único que persigue es "sacar dinero" a los gobiernos nacional y regional, algo de lo que considera que son "prueba" las declaraciones el presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, quien aseguró que habrá vehículo eléctrico si hay dinero.
"Renault cogerá el dinero y si cierra la factoría de Valladolid se marchará y nadie exigirá nada", dijo Arias, quien insistió en que no hay que dar "alegremente" subvenciones.
A este respecto, indicó que ahora se dice que hasta Palencia podría acoger la fabricación del coche eléctrico cuando no hay infraestructuras, los tres grupos de trabajo que analizan este nuevo vehículo van con mucho retraso y ni siquiera hay acuerdo para ver qué empresa desarrollará los sistemas de carga de las baterías del mismo.
Asimismo, considera que el coche eléctrico puede ser una solución de futuro, pero a largo plazo, dentro de cinco o seis años, pero antes no es posible, y criticó que se hable de fabricarse en Barcelona, Valladolid y Palencia, cuando es imposible que tres factorías pudieran tener producción suficiente.
Por esta razón, insistió en que lo necesario en Valladolid es otro modelo y afirmó que si se hubiera garantizado en un plazo de dos años y medio o tres habrían aceptado un ERE como el actual o de incluso más tiempo, pero el retraso en la adjudicación de nuevos vehículos en casi un año (está prevista para mediados de 2009) provoca que no se despeje la incertidumbre sobre el futuro de la factoría.
"La empresa está usando todas las artimañas posibles para conseguir dinero, liquidez", dijo Arias, quien cree que los resultados no son pérdidas y la situación "no es tan grave" como dice la empresa.
En cuanto a la factoría de Palencia, Arias cree que se dejarán de renovar hasta marzo cerca de 400 contratos y de aquí a junio desaparecerán casi 900 trabajadores --los cerca de 1.000 empleos que se preveían crear al año-- y se desplazará a gente de Valladolid.