MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calcula que las electrocuciones y los incendios de instalaciones eléctricas provocan cada año en los hogares unas 150 víctimas mortales y más de 1.500 heridos graves.
La organizacion entiende que el mal estado de las instalaciones eléctricas es la principal causa de estos accidentes y, por ello, asegura que mantener las mismas en buen estado es la única garantía para evitar los accidentes.
Es necesario, según dice, revisar al menos una vez cada diez años la instalación eléctrica, sobre todo en el caso de las viviendas antiguas, y seguir varios consejos de precaución en el hogar.
Entre ellos, la OCU recomienda que el cuadro general se sitúe en un punto cercano a la entrada de la casa y de fácil acceso, que se identifiquen en el mismo los circuitos eléctricos de la vivienda (iluminación, cocina y horno, lavadora y lavavajillas) y que se anote qué interruptor automático corresponde a cada uno.
También aconseja desconectar el interruptor general cada vez que se manipule la instalación, que no se utilicen nunca aparatos que tengan cables pelados o clavijas rotas, que no se saturen de conexiones los 'ladrones' (pueden calentarse en exceso y provocar un incendio) y que no se hagan empalmes retorciendo los cables o tapándolos con cinta aislante.
Además, las lámparas no deben estar en contacto con las cortinas y, si hay bebés o niños pequeños, hay que tener prudencia con los juguetes eléctricos que se enchufan a la red, tapar los enchufes, mantener los cables fuera del alcance de los menores, evitar que jueguen cerca del televisor y mantenerlos alejados de la plancha.
En el baño, OCU recomienda utilizar los aparatos eléctricos (secador o maquinilla eléctrica de afeitar) calzado y con las manos secas, que se compruebe que los aparatos están secos antes de su uso, que no se toquen aparatos eléctricos dentro de la bañera y que no se ande descalzo o con los pies húmedos.
En la cocina, recomienda, entre otras cosas, leer las instrucciones de los electrodomésticos y situar los mismos a una distancia prudente de la pared para evitar un sobrecalentamiento.