
Una bajada de impuestos en el país se ve muy difícil a medio plazo, sobre todo porque los niveles de evasión y elusión fiscal continúan elevados, aseguró el director general de Standard and Poor's en México, Víctor Manuel Herrera.
Recientemente, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, afirmó que si las finanzas públicas lo permiten se podría considerar para 2016 una baja en las tasas de los actuales impuestos.
Sin embargo, el representante de la calificadora reconoció que México sigue sin ser un buen pagador de impuestos y que su captación tributaria sigue siendo una de las más bajas en el mundo.
¿Cómo ve el panorama económico de México en este 2015, considerando el actual contexto de mercados volátiles, principalmente en el tipo de cambio y el petróleo?
La situación para los mercados emergentes se complica, porque si uno observa el dólar se ha apreciado y eso ha causado una depreciación en prácticamente todas las monedas, incluso de divisas de países desarrolladas como el dólar canadiense o el propio euro. Los mercados emergentes tienen ese impacto de mayor medida y se hace mucho más profundo con el impacto en la caída estrepitosa de los precios del petróleo.
Vamos a tener mercados muy volátiles en los siguientes meses, todavía no sabemos si esta volatilidad de los precios del petróleo va ser solamente de unos meses o si va ser algo más duradero, además, tenemos malas noticias de Europa. Pero dentro de todo, México no se encuentra en tan mala situación, hemos estado dependiendo muchos años del desempeño de la economía de EEUU y esta se ve muy bien. Aunque sí será un año difícil, estamos viendo que México puede crecer alrededor del 3%, que es mucho más de lo que avanzó en 2013 y 2014.
Las autoridades afirman que los ingresos petroleros están garantizados en 2015, ¿pero qué hacer si los precios del petróleo continúan su actual tendencia? ¿Esto es un reto para las finanzas públicas si consideramos que un 30% de los ingresos presupuestarios provienen de esa fuente?
A nivel macroeconómico el petróleo es una exportación secundaria porque somos un país manufacturero, así que México podría dejar de vender petróleo y no afectaría en gran medida, pero sí pegaría al presupuesto federal porque todavía hay una gran dependencia de los precios del crudo. México ya tiene experiencia de precios bajos del petróleo y lo que el Gobierno ha hecho son recortes al gasto público, particularmente en obra pública.
¿Debilita el actual precio del petróleo las pretensiones que había sobre la Reforma Energética?
En algunos proyectos sí se pueden ver afectados algunos planes, sobre todo en aquellos donde el precio de equilibrio es de un precio mayor al que hoy observamos, de 60 dólares por barril, por ejemplo, ahí obviamente lo van a pensar dos veces, pero muchos de los campos de México están en 20 dólares de costo por barril extraído que continúan siendo competitivos, incluso en las cotizaciones actuales.
La cobertura petrolera no protege la recaudación federal participable. ¿En ese sentido, las entidades federativas no serán vulnerables a este contexto de precios bajos del petróleo?
Consideramos que no es apropiado que las entidades federativas estén presupuestado ingresos provenientes del precio del petróleo porque hay volatilidad y las finanzas públicas estatales están expuestas en un entorno como que el que estamos viendo. Si este contexto se prolonga más entonces si van a requerir mayor disciplina a las entidades para enfrentar un escenario de menores recursos.
¿Y en un año electoral, cuando típicamente las entidades incrementan su gasto, no será difícil alcanzar esa disciplina? ¿No hay el riesgo de que incurran en otras fuentes de financiamiento como la deuda?
Con un escenario de transferencias en caída sería un acreedor irresponsable quien preste bajo esas circunstancias, porque si baja el ingreso participable difícilmente van a financiarlo a través de la banca ya que ellos ven como fuente de pago las participaciones, así que lo más probable es que aunque sea un año electoral no se dé un mayor gasto.
¿Este contexto es una buena llamada para que todos los órdenes de Gobierno busquen otros recursos y depender menos del petróleo?
Si, es bueno que esto suceda para que la gente se dé cuenta de que necesitamos tomar medidas para depender cada vez menos de un producto cuyo precio es muy volátil. Hoy por hoy no hay ninguna estimación que sepa por dónde estará el precio del petróleo en siete u ocho meses en la que se pueda confiar ciegamente. Dentro de todo el escenario negativo hay algo positivo. Cada vez importamos más gasolinas, entonces esas bajan de precios, entonces no es un mal momento para invertir en energía.
La encuesta del Banco de México recurrentemente revela que la inseguridad es un obstáculo para el crecimiento económico. ¿Para Standard and Poor's además de frenar la actividad que tanto merma a las inversiones?
Siempre es una posibilidad, pero desde S&P no hemos visto algo que se haya materializado. Hay sectores que se han visto expuestos como el turismo en Guerrero. Es un sector donde ya se vio un impacto, pero todavía no vemos que haya una merma en la producción en las manufacturas de exportación, que es el motor más importante de la economía mexicana.