
Alemania es el único país de Europa en el que las autopistas carecen de límite de velocidad, al menos en parte de sus tramos. Luego, la realidad es que es difícil encontrar tamos que no están topados. Pero legalmente, se puede ir a la velocidad que se quiera si no se dice nada en contra.
Pero esta singularidad del país germano podría llegar a su fin en los próximos meses. El fondo del asunto está el acuerdo entre los Estados de la UE para reducir las emisiones de dióxido de carbono de vehículos hasta 2030, que ha reabierto el debate sobre la rapidez de conducción.
A mediados del mes de enero, una comisión de expertos del Ejecutivo propuso fijar en 130 km/h el máximo de la velocidad en la que los coches pueden circular en autovías, así como aumentar los impuestos sobre la gasolina y el diésel y establecer una cuota obligatoria de coches eléctricos.
El primero de los puntos ha enfrentado a los que abogan por acabar con la singularidad alemana contra aquellos que ven en ella una particularidad a proteger.
Statista
Esta infografía de Statista muestra cómo en la mayoría de países de Europa existe un límite de velocidad en autopistas de entre 130 o 120 km por hora, siendo este último el caso de España. Está por ver si Alemania se unirá a este grupo de Estados en los próximos meses.