
Estas fechas, millones de conductores salen a las carreteras para recorrer trayectos largo, pero también cortos, con unas condiciones meteorológicas que no son las ideales. La lluvia, la niebla, el hielo e, incluso la temida nieve, son frecuentes en muchas partes de España según se acerca el invierno. No obstante, no es infrecuente que muchas personas que se pondrán estos días al volante de sus automóviles no sepan manejarse bien en estas ocasiones y, algo muy frecuente, no tengan los coches preparados para afrontarlas con seguridad.
La cadena de reparaciones Midas ofrece una serie de recomendaciones para preparar los vehículos, ya sean de dos o de cuatro ruedas, para el mal tiemp y evitar averías y accidentes durante estos días de gran tráfico en las vías españolas.
Las ruedas son el único punto de agarre entre el vehículo y el asfalto, por lo que su correcto estado es fundamental para no correr riesgos al volante en situaciones de lluvia o cuando hay placas de hielo. En invierno es más necesario que nunca revisar su desgaste: el dibujo debe tener un relieve mayor a 1,6mm y es importante que no tenga otro tipo de daños, si queremos que su comportamiento en una frenada de emergencia sea el óptimo.
Si preciso vigilar en todo momento la presión de los neumáticos, en estas fechas con mayor motivo para asegurar en mayor agarre y evitar la pérdida de control de la dirección como sucede con el aquaplaning, un fenómeno peligroso pero frecuente e imprevisible.
Neumático de invierno o cadenas
Los neumáticos de invierno están indicados para conducir con temperaturas por debajo de los 7 grados, por lo que resultan muy útiles en las zonas más frías de España. Deben tener el indicativo "M+S" (Mud and Snow), que los identifica como aptos para barro y nieve.
Pero en los lugares en los que las bajadas de temperatura son menores o para los conductores que circulan en condiciones de frío y nieve de forma ocasional, es recomendable utilizar neumáticos All Season, aptos para circular todos los meses del año. En este caso, no se debe viajar sin cadenas si vamos a transitar en estas fechas por carreteras de montaña o se prevén condiciones meteorológicas extremas. Hay que tener en cuenta que existen diferentes tamaños y que no todas valen para todos los modelos de ruedas. Su montaje debe hacerse siempre en condiciones de seguridad y deben ponerse y retirarse cada vez que se quieran utilizar. Deberemos ser precavidos si no tenemos experiencia en instalarlas, ya que su montaje puede no resultar sencillo.
La batería sufre con el frío
Las bajas temperaturas, y especialmente las heladas, influyen en el rendimiento de la batería del coche. El frío puede afectar a la vida de la batería y provocar problemas al arrancar el vehículo. Por este motivo, es aconsejable no dejar el coche durante largos periodos en la calle sin moverlo y comprobar el estado de la batería con regularidad. Debe usarse al menos una vez a la semana durante unos diez minutos para recargar la batería y evitar problemas de arranque. ¿Y qué sucede con los coches eléctricos? Lo mismo, ya que su batería también puede verse reducida considerablemente en los días de frío.
En condiciones de bajas temperaturas es fundamental, asimismo, prestar atención a los líquidos como el aceite o el refrigerante, que pueden verse dañados.
Frenos, revisión periódica
La conducción con climatología adversa puede llevar aparejada la necesidad de una mayor distancia de frenado, se estima que hasta 10 veces más en caso de nieve. Por ello, este sistema debe estar en perfectas condiciones durante la época de invierno. Debe hacerse revisiones periódicas del sistema de frenos, que incluye discos, pastillas y líquido, pero si no se ha hecho, conviene realizarlo antes de salir de viaje en estas fechas.
Consejos para motoristas
Las condiciones climatológicas invernales afectan de una forma particular a la adherencia, la frenada y la visibilidad de los motoristas. Por ello, es fundamental reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y descansar con mayor frecuencia. En situaciones de lluvia, es esencial prestar atención a los neumáticos de la moto y mantenerlos en buen estado (dibujo y presión adecuada). Además, se debe evitar circular sobre las marcas del pavimento y se aconseja frenar repartiendo la fuerza entre las dos ruedas. Si los elementos frenantes se mojan pierden eficacia, pero es posible secarlos frenando suavemente a intervalos.
Con nieve o hielo, habrá que extremar la precaución en moto, conduciendo con suavidad, respetando las distancias de seguridad y usando gafas oscuras para evitar que la nieve deslumbre. Con viento, mejor usar marchas cortas y girar ligeramente el manillar en la dirección donde sopla el viento cuando éste sopla de costado. Es fundamental llevar ropa de protección adecuada, incluyendo forros térmicos y prendas de materiales repelentes para la lluvia, teniendo en cuenta que la indumentaria para protegerse del frío puede dificultar el manejo de los mandos.