El Space Star es la apuesta urbana de Mitsubishi. Un modelo de cinco puertas y 3,8 metros de longitud que, por sus dimensiones, se encuentra a caballo entre los segmentos A y B. En realidad tiene lo mejor de los dos, ya que, por una parte, ofrece una compacidad que le permite moverse con gran agilidad por la ciudad y, por otra, cuenta con un habitáculo más amplio de lo habitual. Su interior está pensado para dar cabida a cinco pasajeros y su maletero es bastante generoso. Así que lo que tenemos entre manos es un pequeñín de grandes miras.
La generación actual del Mitsubishi salió al mercado hace un año y medio aproximadamente. Ya entonces tuvimos ocasión de probarlo y publicamos dos pruebas: una en el momento del lanzamiento y otra un poco después, más a fondo, que en la que nos referíamos a él como "una compra lógica". La novedad hoy es que el utilitario japonés ha pasado por quirófano para someterse a una operación estética que le da nuevos aires para continuar su ciclo de vida.
Una vuelta de tuerca al diseño
El restyling del Mitsubishi Space Star se presentó al gran público en el pasado Salón de Ginebra y su lanzamiento tuvo lugar en el pasado mes de abril. Es, por lo tanto, un coche muy reciente en nuestro mercado. Los cambios fundamentales tienen que ver con el diseño y se centran en la parte exterior. Visto desde fuera, el nuevo Space Star se reconoce por su nueva parrilla, sus paragolpes y grupos ópticos rediseñados, su espóiler trasero y sus llantas de nueva factura.
También hay modificaciones en el interior que, aunque ligeras, mejoran su aspecto. Nos referimos, por ejemplo, a los nuevos tejidos para los asientos, al tablero de instrumentos actualizado o al volante multifunción. Las modificaciones terminan con los colores de carrocería, que ahora cuentan con una gama compuesta por los siguientes: blanco Polar, gris Titanium, rojo Wine y negro Amethyst.
Novedades aparte, el pequeño de la familia Mitsubishi sigue ofreciendo un interior a la altura de los mejores de su categoría. Si en estos segmentos es relativamente común encontrarse con habitáculos minúsculos, casi agobiantes, en el Space Star la cosa es bien distinta. Las dos filas de asientos cuentan con espacio desahogado para dos adultos cada una y, si se quiere, puede viajar un quinto pasajero ya que el coche está homologado para ello. Evidentemente, esta última plaza (la central trasera) no es amplia, pero ahí está para sacar de un apuro cuando sea necesario. El maletero tiene un volumen de 235 litros, correcto dadas las dimensiones del coche, aunque sin llegar a ser una capacidad récord.
Por otra parte, la presentación del interior es buena. Calidades, materiales y ajustes están a la altura de lo esperado en un coche de sus pretensiones y el equipamiento es abundante -este es, sin duda, su mayor reclamo-.
La eficiencia es prioritaria
Hasta que llegó el restyling, el Space Star tenía dos motores en la gama: un 1.0 de 71 CV y un 1.2 de 80 CV; ahora, el de menor cubicaje ha desaparecido y sólo se puede optar al segundo. Suponemos que la demanda habrá obligado a tomar esta decisión. ¿Y cómo es este motor? Se trata de un tricilíndrico atmosférico de casi 1.200 cc, que funciona de forma suave, sin excesivas vibraciones, y que rinde una potencia suficiente sobre el papel para mover a un conjunto que apenas sobrepasa los 900 kilogramos en orden de marcha. Entre sus cosas buenas aparecen esa suavidad que citábamos, un consumo muy bajo de 4,1 l/100 km y unas emisiones igualmente bajas que quedan por debajo de los 100 gramos por km y eximen al comprador del pago del impuesto de matriculación, lo que ayuda a ajustar el precio de salida.
La parte negativa es una respuesta bastante justita, que se traduce en una cierta pereza a la hora de subir de vueltas. Con 80 caballos y 920 kilos no tendría por qué pasar esto, así que nos ponemos a buscar culpables y enseguida aparece la caja de cambios, manual y de cinco velocidades, como principal sospechosa. El problema es que tiene unos desarrollos muy largos que pretenden rebajar el consumo y, al final, acaban mermando las prestaciones.
En realidad, las cifras puras de aceleración no son malas ni el coche acaba siendo objetivamente lento, pero sí podría hacerlo mucho mejor con una transmisión de relaciones más cerradas. En fin, corren tiempos de eficiencia y el consumo es lo primero, así que esto es lo que hay. En cualquier caso, insistimos, el coche se mueve de forma correcta y dudamos que haya muchos usuarios que le pidan más brío al Mitsubishi para moverse por las calles de la ciudad.
Y hablando precisamente de la urbe, es aquí donde salen a relucir algunas cualidades del coche, como por ejemplo su reducido diámetro de giro de 9,2 metros, que permite cambiar de dirección, aparcar y doblar esquinas con suma facilidad a golpe de volante. No es ninguna tontería, cualquiera que haya tenido un modelo que gire poco sabrá lo engorroso que resulta hacer mil maniobras de tope a tope para guiar al coche. Aquí ocurre justo lo contrario, los sitios imposibles son los que más le gustan al Space Star.
Eso sí, se echa de menos una suspensión más afinada. Está claro que este coche no tiene pretensiones deportivas ni creemos que las deba tener, pero un punto más de dinamismo y una pisada algo más certera le vendría realmente bien. Es por una cuestión de agilidad, más que nada. Parece como si los ingenieros hubieran tenido poco en mente al consumidor europeo a la hora de poner a punto el vehículo. En fin, una anotación que va directa al apartado de 'cosas a mejorar'.
Un equipamiento muy abundante
La gama Space Star se compone de dos niveles de equipamiento, Motion y Kaiteki, que están a 1.000 euros de diferencia. Nuestra unidad de pruebas equipa el segundo -el más alto- y, por los 12.400 que cuesta, incluye todo esto:
-Asistente de arranque en pendiente
-Control de crucero
-Asistente de frenada
-Asistente de conducción ecológica con indicador de cambio de marcha
-Monitorización de presión de los neumáticos
-Mandos de audio y teléfono en el volante
-Ordenador de viaje
-Climatizador
-Apertura y arranque sin llave
-Sensores de lluvia y luces
-Start/stop
-Apple Car Play & Google Android Auto
-Conexión Bluetooth
-Navegador
-Puerto USB
-Pantalla Táctil de 6,5"
La conclusión es que, efectivamente, se pueden encontrar coches urbanos de otras marcas a precio más bajo, incluso rondando los 9.000 euros en algunos casos -la media está, más bien, cerca de los 11.000-. Pero ninguno de ellos es tan amplio como el Mitsubishi ni tiene una dotación tan abundante de equipamiento, así que puede ser una decisión de compra muy coherente.
Lo más destacable
-Amplitud
-Dotación tecnológica
-Relación precio/equipamiento
Lo mejorable
-Suspensión excesivamente blanda
-Tacto y desarrollos del cambio
-Prestaciones
FICHA TÉCNICA
-Motor: gasolina, 3 cil, 1.193 cc
-Potencia: 80 CV a 6.000 rpm
-Par motor: 106 Nm a 4.000 rpm
-Consumo mixto oficial: 4,1 l/100 km
-Transmisión: manual, 5 vel.
-Maletero: 235 litros
-Velocidad máxima: 180 km/h
-Aceleración 0-100 km/h: 11,7 segundos
-Precio: 11.400 euros