Como ya es tradición, un año más la marca germana pone a disposición de sus clientes la posibilidad de probar, en condiciones extremas, su completa gama de turismos.
Se está celebrando la octava edición del Volkswagen Race Tour, consistente en una serie de pruebas dinámicas en circuito cerrado de los turismos del fabricante. Este año cuenta con un aliciente muy apetecible, la posibilidad de alguna de las últimas novedades de la marca en el mercado español, el New Beetle y el Golf Cabrio.
Casi 2.000 participantes, escogidos por los concesionarios, afortunados en algún sorteo o premiados por su fidelidad a la marca, tendrán la oportunidad de experimentar nuevas sensaciones al volante de un Volkswagen; e incluso de aprender algo nuevo, siempre asesorados por un especializado equipo de monitores, a la cabeza del cual se encuentra el experimentado piloto Miguel Ángel de Castro.
Las pruebas que se realizan duran media jornada y recorrerá distintas localidades españolas. A la llegada del grupo y tras un briefing, éste se divide en tres. Uno de ellos se dirigirá a los boxes, otro a la zona 4x4 y el tercero y último al paddock.
La cita inaugural del evento tuvo lugar en el circuito madrileño de 'El Jarama', después le llegará el turno a Los Arcos, en Navarra (22 y 23 de noviembre); Castellolí, en Barcelona (29 de noviembre al 2 de diciembre); y Monteblanco, en Huelva (12,13, 14 de diciembre), serán los siguientes.
La organización ha preparado un circuito de frenada simétrica sobre mojado. Hacia él salen lanzados, acelerador a fondo, los Golf TFI Cabrio: antes de llegar al punto donde debemos clavar el freno, rondamos los 50 km/h, uno de ellos sale airoso de la situación y toma la curva sin problemas; el siguiente, derrapa irremisiblemente, el trompo es inevitable, pues es el que no lleva ABS. Ésta es una situación que se puede dar en circulación "normal" y a la que hay que agradecer la existencia del ABS. ¿Cuántos accidentes habrá evitado?
La estabilidad de los Polo GTi se pone a prueba en el circuito Mickey Mouse, un trazado delimitado por conos, estrecho y sinuoso, que debe su nombre a la forma de la cabeza del simpático ratón. Las velocidades que aquí se alcanzan no son de vértigo, pues no superan los 40 km/h, pero hay que tener las manos rápidas si no queremos desplazar ninguno de los conos.
En el circuito off-road, los protagonistas son el Volkswagen Tiguan y el Touareg. Mucho más capaces de lo que aparentan, pueden por sí solos deslizarse por una pronunciada cuesta embarrada con tierra arcillosa, controlando tanto la velocidad, gracias al programa off road que actúa sobre la fuerza del motor y el embrague, como la dirección.
En el caso del Touareg pudimos comprobar la diferencia entre el que lleva reductora y el que no, es mucha. Aunque ambas versiones no tuvieron ningún problema para superar la prueba, en el que va equipado con reductora los movimientos son mucho más sutiles, como si este SUV fuese capaz de anticiparse a las condiciones del terreno. En cualquier caso lo importante a la hora de conducir un Todo Terreno, lo mejor es hacerlo a velocidad muy baja, siendo suave a la hora de acelerar o frenar.
Llegó la hora de la prueba deportiva, la de la descarga de adrenalina. Notarán las fuerzas G en las aceleraciones y en las frenadas y además aprenderán a trazar en las curvas; todo a los mandos del Golf GTI '35 Aniversario' o el nuevo Beetle 2.0 TSI, ambos con cambio DSG. Si sigue las instrucciones del monitor, podrá disfrutar de un día en las carreras siendo el protagonista en el circuito.
Sorprende gratamente la estabilidad del nuevo chasis del Beetle frente al Golf. Su poder de aceleración es menor, pero su carrocería se mantiene firme hasta en las curvas más cerradas.