
El imperio del marketing en el mundo de la automoción ha elevado el nivel de las presentaciones de las nuevas generaciones de vehículos 'clásicos' al mismo nivel de cualquier lanzamiento de un nuevo modelo. De esta forma, los coches que llevan entre nosotros incluso los últimos 40 años viven en un constante "renacimiento", cual Ave Fénix.
Y uno de estos 'clásicos', lanzado en 1975, es sin duda el Volkswagen Polo. El compacto pequeño de la alemana presenta estos días su sexta generación, lo cual no deja de ser un orgullo "nacional", no en vano la mayor parte de los 16,5 millones de vehículos vendidos en estos 42 años han salido de la fábrica de Volkswagen en Pamplona, que seguirá por supuesto produciendo los modelos de esta sexta generación.
Y como esto del "renacimiento" en cada generación no es solo cuestión de marketing, vayamos con las novedades que atesora este nuevo Volkswagen Polo. Fiel a los gustos de diseño de la época que vivimos, el pequeño compacto alemán crece 81 milímetros en longitud con respecto a la generación anterior (hasta un total de 4,05 metros), lo que repercute principalmente en la batalla (94 milímetros más) y en el volumen del maletero (71 litros extra respecta a la quinta generación.
A primera vista, el Polo ha ganado en deportividad, con un frontal más afilado, con luces ahora disponibles en LED y luces de curva, silueta en forma de flecha y una trasera con mayor volumen.
En el interior destaca, a tenor también con la moda imperante, un 'digital cockpit', cuya segunda generación del grupo debuta en el nuevo Polo. Uno de esos elementos que cada vez vamos viendo, como es el caso, en vehículos más pequeños, más "modestos". En comodidad, la ganancia ganada en longitud y batalla se aprecia en los asientos traseros, en los que dos personas viajan con total confort y tres cada vez con menos incomodidades.
Cuatro más cuatro motores
En el momento del lanzamiento el nuevo Polo dispone de cuatro motores de gasolina (65, 75, 95 y 115 CV), y de aquí a final de año entrarán otros cuatro (un gasolina en el GTI de 200 CV; dos diésel de 80 y 95 CV; y, como gran novedad, un propulsor a gas natural de 90 CV). En los pocos kilómetros que hemos podido conducir de este nuevo Polo damos fe de la extraordinaria agilidad del vehículo, con una capacidad de torsión en curvas montañeras realmente notable, y unos motores (los más bajos de potencia) muy peleones y uniformes.
En cuanto a tecnología, el nuevo Polo incorpora funciones de Front Assist, ángulo muerto, etc.