Rolls-Royce ha desvelado en Londres la octava generación del Phantom, el histórico modelo que lleva elevando el lujo a su máximo exponente desde hace ya 92 años tras su debut en el mercado allá por 1925.
A pesar de su parecido estético con su predecesor, son múltiples los cambios que experimenta y la mayoría de ellos se han incluido concienzudamente para ofrecer la máxima comodidad y confort a los pasajeros. Mientras que mantiene inalterable los rasgos principales de su tradicional línea exterior, como su pronunciado capó o la prominente parrilla vertical, entre otros, las modificaciones más llamativas las encontramos de puertas para dentro y en el apartado mecánico.
Resalta, por ejemplo, su nueva plataforma modulable fabricada en aluminio y diseñada exclusivamente para el nuevo Phantom, aunque la irán incluyendo progresivamente los modelos venideros. Esta le dota de un 30% más de rigidez y mayor ligereza respecto al coche anterior.
130 kg solo para generar silencio
Asimismo, se ha optado por hacer del Phantom un auténtico 'búnker' lujoso capaz de insonorizar al máximo el habitáculo insertando capas de fieltro y espuma de alta densidad en el techo, puertas, e, incluso, maletero. De acuerdo con la propia firma, se ha utilizado un total de 130 kilogramos de aislantes acústicos, incluyendo lunas con doble acristalamiento de 6 milímetros, para rebajar hasta en un 10% el ruido procedente de la carretera a velocidades de 100 km/h.
De igual forma, se logrará una mejor absorción de las vibraciones fruto de la circulación, una comodidad que se maximiza con la suspensión neumática autonivelable que cuenta con amortiguadores con control electrónico. Su funcionamiento proactivo se consigue gracias a la integración de cámaras en el parabrisas que leen el terreno y se anticipan a las exigencias del mismo.
En el interior, el lujo se plasma en cada remate. En el imponente salpicadero, denominado por la filial del Grupo BMW como 'The Galery', cuenta con el tradicional reloj analógico y una pantalla central que se puede ocultar cuando no se usa. Según relata Rolls-Royce, el ruido del segundero emitido por el reloj es "el sonido más fuerte que se puede escuchar" en el coche.
Así, los pasajeros de las plazas traseras, separadas por una consola central fija, podrán disfrutar de una vista simulada de estrellas colocadas en el techo o utilizar alguno de los vasos de wiski y copas de champán que incluye el modelo. Para que las bebidas se conserven frías, se ha añadido también una nevera. Pero si prefieren decantarse por algo más sosegado, el silencio imperante en el interior del vehículo invita a disfrutar de sendas pantallas ubicadas en el respaldo de los asientos delanteros.
Una insonorización a la que también contribuye su refinado motor V12 2 de 6.75 litros biturbo, que entrega 571 CV de potencia y 900 Nm a 1.700 rpm. Estará asociado a un cambio ZF de 8 relaciones. El sistema de dirección puede actuar sobre las cuatro ruedas.
El precio de este superlujoso modelo no se ha publicado oficialmente. No obstante, desde Bloomberg apuntan que saldrá a la venta por un precio que rondará los 375.000 euros.