
Su última evolución fue presentada en el Salón de Vehículos Militares 2016 celebrado el pasado mes de septiembre en el polígono Alabino, cercano a Moscú. Y, como viene siendo habitual desde su lanzamiento en 2010, acaparó gran parte de la atención al ser un vehículo capaz de franquear obstáculos en las peores condiciones geográficas y meteorológicas. Ahora que se está poniendo de moda el made in Rusia puede que empecemos a ver actuar al Viking fuera de las tundras siberianas.
Fabricado por la empresa rusa Aton Impulse, ubicada en la región de Tatarstan, el Viking-29031tiene una capacidad interior para siete ocupantes mas 450 kg de carga. Mide 5,25 m de largo y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 80 km/h sobre tierra y de 12 km/h sobre agua, ya que flota y puede navegar sobre ríos o lagos.
A pesar de sus dimensiones, el Viking-29031 resulta muy ágil y manejable sobre terrenos de todo tipo ya que dispone de un reducido radio de giro de tan sólo 8,6 m. Aunque se ha presentado en un entorno militar, sus principales virtudes se manifiestan como vehículo de búsqueda y rescate o sencillamente como ambulancia en terrenos inhóspitos. Según sus diseñadores, también se manifiesta apropiado para transitar por lugares ecológicamente sensibles pues deja muy pocas trazas a su paso, gracias a unas enormes ruedas con mucha sección que no dañan excesivamente la superficie pisada.
Su motor es un turbodiésel 2.2 con 110 CV de potencia y 270 Nm de par motor, pudiendo equipar dos tipos de caja de cambios de origen Ford, automática o manual, de seis velocidades que gestionan una transmisión integral. El consumo declarado es de 15 L/100 km por carretera y de 20 L/100 km cuando circula fuera del asfalto.