
La cara más conocida de los coches eléctricos es la más amable, ecológica y políticamente correcta. Pero la propulsión por electricidad puede ser tan veloz o más que la conseguida por medio de motores de combustión interna.
No olvidemos que fue un coche eléctrico, en los albores del automóvil, el primero en superar los 100 km/h. La proeza de Emil Jelinek, al volante de su monoplaza en forma de puro, el "Jamais Contente", ya asombró al mundo, que dudaba por entonces de que el ser humano pudiera resistir tal velocidad.
Más de un siglo después, otro bólido fusiforme y también animado por energía eléctrica vuelve a sorprendernos con un nuevo récord en este tipo de vehículos. Sobre el lago salado de Bonneville, en el estado norteamericano de Utah, el Venturi VBB-3 ha sido cronometrado a una velocidad máxima de 576 km/h y ha podido homologar en las dos pasadas de ida y vuelta a 549 km/h. Nunca un eléctrico había sido tan veloz.
El motor del Venturi VBB-3 rinde nada menos que 3.000 CV y se alimenta de una batería especial de alto rendimiento y que tiene que recibir una refrigeración específica para resistir el titánico esfuerzo de trabajar a máxima potencia durante los breves instantes que el puro caza récords acelera a fondo.
La marca Venturi consigue así su primer récord del mundo aunque, lejos de quedarse satisfechos, sus responsables ya han declarado que en breve el VBB-3 alcanzará los 600 km/h.