DS ha presentado la versión más radical y sustituto del DS3 Racing bajo el nombre de DS3 Performance. Este se ha dado a conocer a la prensa en una carretera cerrada al tráfico y tras el último Campeón de Portugal de Rallies 2015, José Pedro Fontes, y desde DS España ha sido definido como "la guinda del pastel". Está disponible tanto en versión berlina como cabrio.
Comenzando por el apartado estético, las pinceladas de deportividad de las que puede alardear el Performance se concentran en la parte trasera y lateral de la misma, entre las que destaca la doble salida de escape, las pinzas de freno posteriores de color negro brillante (con discos de freno de 323 mm delante con pinzas específicas y 249 mm detrás), las llantas de aleación de 18" diamantadas en negro, los pasos de rueda aumentados ligeramente. Además rebaja su altura 15 mm para ganar una mayor adherencia al asfalto.
En cuanto al interior del habitáculo, la firma top de PSA añade novedades como un cuadro de instrumentos específico o el salpicadero con las siglas DS Performance redondean un conjunto que expira deportividad por los cuatro costados. Además, pretende diferenciarse del resto de las gamas más enfurecidas ganando en comodidad (algo secundario en estos modelos) gracias a los asientos bacquet en cuero y alcántara, y en la conducción, el agarre será casi inmejorable debido al nuevo diferencial de deslizamiento limitado de tipo Torsen en el eje delantero.
Mejor motor y precio
Bajo el capó esconde un motor 1.6 THP S&S gasolina de inyección directa capaz de regalar hasta 208 CV de potencia (seis más que su predecesor) con un par máximo de 300Nm (11% mejor), lo que le permite acelerar de 0 a 100 Km/h en 6,5 segundos. Todo ello con una eficiencia reseñable: un consumo de 5,4 litros/100km (combinado) y unas emisiones 125g/Km de CO2. Respecto a la transmisión, cuenta con una caja de cambios MCM con escalonamiento específico de seis velocidades y (como cabe esperar en los sport) relaciones algo más cortas.
Pero igual o más llamativo que sus prestaciones es la modificación en el precio, 3.000 euros más barato que el DS3 Racing (27.290 euros), aunque en la versión estándar prescindirá de la cámara trasera y un pack de fibra de carbono que venía de serie en el antecesor. Quien lo desee podrá escoger el 'Black Special' para manenerlo.