Lo último de Land Rover es el Range Rover Evoque Convertible, un SUV descapotable con techo de lona que abre un nicho hasta ahora inexplorado. Ya está a la venta por un precio de partida de 54.700 euros y las primeras unidades se entregarán a finales de primavera.
Y cuando parecía que ya lo habíamos visto todo en el segmento de los SUV, justo en ese momento en el que cualquiera hubiera dicho que resultaba imposible sacarse algo nuevo de la manga, llega Land Rover y pega el petardazo con el Evoque Convertible. ¡Un todocamino descapotable! ¿De verdad a alguien se le ha ocurrido semejante locura y, lo que es peor, la ha llevado a cabo? Pues sí, la firma británica se ha lanzado a la piscina y la verdad es que no les ha quedado nada mal el invento.
Más de uno se preguntará si era realmente necesario este Range Rover. Aportar originalidad con proyectos como este puede ser una buena idea, pero también es evidente que coquetear con nichos tan pequeños tiene cierto peligro, ya que nunca se sabe cómo va a reaccionar el mercado. La respuesta, en cualquier caso, es que sí. Este modelo era necesario para la marca.
El porqué tiene que ver con varios argumentos: el primero es que el Evoque normal (3 y 5 puertas) funciona como un tiro en lo que a ventas se refiere, así que el camino ya estaba allanado; la segunda es que el feedback recogido por la marca desde que puso sobre la mesa esta idea ha sido más que bueno, lo que lleva a pensar que van por el camino correcto; y la tercera (y definitiva) es que el segmento SUV sigue teniendo un tirón imparable que hay que aprovechar a toda costa. Si los modelos convencionales ya están quemados, bienvenido sea un nuevo concepto capaz de romper los esquemas por completo y dar un soplo de aire fresco al mercado. Es arriesgado, de eso no hay duda, pero también es cierto que no existe nada igual y que, si termina funcionando, puede catapultar a la marca hacia el éxito.
No es un descapotable cualquiera
Diseñado en Gaydon y producido en la planta de Halewood, es prácticamente un Evoque al que le han metido la tijera por la línea de cintura. Es exactamente igual que el modelo normal pero con un techo de lona que le da un aspecto muy curioso. Esta capota está hecha a base de cinco capas de material textil y es la más grande de cuantas existen actualmente en el mercado. Se quita y se pone en cuestión de segundos gracias a cuatro motores eléctricos que pueden trabajar incluso con el coche en marcha (siempre y cuando se circule a menos de 48 km/h) y tiene una gran capacidad insonorizante.
La experiencia de rodar a cielo abierto en el Evoque descapotable es sorprendentemente buena, incluso en pleno invierno. La calefacción se encarga de mantener el cuerpo a tono y el marco del parabrisas cubre la cabeza mejor que en muchos otros cabrios. Pero lo mejor o, quizá lo que más nos ha sorprendido, es que no es un mero coche de postureo, sino que de verdad funciona a la hora de rodar. Los ingenieros ha logrado hacer de este Evoque un vehículo estable en carretera, capaz en campo (aunque este no es su hábitat natural) y con una estructura muy fuerte. A diferencia de muchos otros descapotables, en este no hay crujidos estructurales ni se descompone al rodar por zonas bacheadas, lo que es todo un logro. Incluso a pesar de sus casi 2 toneladas de peso se mueve de una forma inusitadamente ágil. Eso sí, quien busque practicidad que se vaya olvidando, ya que el espacio en las plazas traseras se reduce frente a cualquier otro Evoque y el maletero se queda en unos escasos 251 litros. Está claro que ese diseño rompedor habría de pagar un peaje, pero, ¿a quién le importa la pérdida de practicidad en un coche que es para fardar?
Apuesta por el diésel
En el apartado tecnológico, los protagonistas son ciertos elementos como el sistema de tracción total, el all terrain progress control para rodar en campo o el park distance control. Mientras tanto, bajo el capó existen tres opciones disponibles: dos diésel, de 150 y 180 CV, y un gasolina de 240 CV. De momento sólo podemos hablar del diésel más potente, que era el único disponible en el evento de lanzamiento a la prensa, y de él podemos decir que mueve con dignidad al Evoque Convertible aunque no ofrece unas prestaciones para tirar cohetes. Aquí salen a relucir las dos toneladas de peso, que sin duda lastran las prestaciones de un motor que sí nos ha parecido sobresaliente en otros modelos como el Discovery Sport. El consumo, en cualquier caso, es medianamente contenido.
No estaría de más algún motor más potente (sobre todo en gasóleo) para redondear la gama de un modelo cuyos clientes seguro demandan buenas prestaciones. En el grupo tienen unos diésel V6 estupendos, que harían el papel a la perfección.
El Range Rover Evoque Convertible es el primer SUV descapotable de la historia. Algo nos hace pensar que no será el último, ya que algún otro fabricante parece animarse ahora con esta idea (VW acaba de presentar el T-Cross Breeze en Ginebra), pero lo cierto es que ya nadie podrá quitarle a este modelo la etiqueta de pionero. A finales de primavera empieza su comercialización, con un precio de partida de 54.700 euros para la versión TD4 150 CV 4x4 SE Dynamic.