
En un mercado el doble de segmentado que hace tan solo unos pocos años, la lucha de los fabricantes por hacer vehículos 'híbridos' en lo que a segmentos se refiere es ya la tónica habitual. Y así, en la presentación de la quinta generación de la pick-up de Mitsubishi, la L200, la palabra que más se oyó fue la tan manida "SUV".
Y es que las cualidades 'currantes' de la L200 están tan supuestas como el valor en la ya olvidada mili, y a partir de ahí se pretende extender las cualidades del vehículo hacia un uso más recreativo, no en vano las principales modificaciones de la L200 en esta quinta generación están recogidas en el interior del vehículo, que ha ganado claramente en comodidad, especialmente en sus plazas traseras.
Pero una cosa es conquistar mercado, y otra no menos importante es conservar lo ya conquistado. De esta forma, de las cuatro posibles configuraciones de carrocería y motores de la nueva Mitsubishi L200 está previsto que un 80 por ciento de las ventas las acaparen la versión más trabajadoras de la misma, la L200 M-PRO de 154 CV con cabina extendida (cuatro plazas) o cabina completa (cinco plazas), dirigidas a un profesional de la carga y el transporte. En su amplia bandeja trasera, característica de este segmento, podrá transportar hasta una tonelada de carga. Junto a estas dos configuraciones convivirán otras dos, mucho más recreativas, una con el mismo motor 250 DI-D de 154 CV, y otra 300 DI-D de 181 CV, que además monta un cambio automático de cinco velocidades.
Prestaciones
Con las cifras en la mano, los responsables de Mitsubishi pregonaron las excelencias de la L200 frente a sus principales rivales: Toyota Hilux, Ford Ranger, Volkswagen Amarok o Nissan Navara. Un segmento cada vez más competido, y al que Mercedes-Benz accederá en 2020 con su propia pick-up.
Y apoyados en dichas cifras, el nuevo Mitsubishi L200 quedaba bastante bien parado en la comparación. Así, en las tan de moda emisiones, la nueva L200 ha pasado de una horquilla en la antigua de 204-233 g/km a una nueva de 169-189 g/km. En cuanto a peso, sus 1.875 kg de la quinta generación supera las taras tanto del Hilux como del Ranger. Por potencia, y comparándose siempre con el líder del segmento, la Toyota Hilux (que se renovará el año que viene), la L200 vence por 154 a 144 CV, al igual que en par y consumo.
En cuanto al diseño exterior, se ha trabajado con éxito en la perfecta integración de caja y cabina, si bien, al contrario que los próximos lanzamiento de su competencia, Mitsubishi opta por seguir confiando en las ballestas para equilibrar su bastidor. La bandeja ha ganado en profundidad (475 mm frente a los 460 de la anterior generación), con lo que el volumen de carga se ha incrementado hasta los 1,1 metros cúbicos.
La maniobrabilidad del vehículo, como tuvimos ocasión de comprobar, es perfecta para un vehículo de estas características. La dirección es suave, rápida y precisa. Su radio de giro (5,9 metros) es el mejor de su segmento. Como ya ocurriera con la versión anterior, sus características 4x4, que se manejan desde un mando junto a la palanca de la transmisión, no han perdido un ápice en agilidad y eficacia.
Por dentro
Y como ya hemos dicho, se ha cuidado especialmente el diseño interior en aras de una mayor comodidad, sobre todo en las plazas traseras, que han ganado (al igual que las delanteras), 20 milímetros para las piernas y 10 mm para los hombres. Además, los asientos traseros han evolucionado de una incómoda bandeja triple en ángulo recto a una bandeja con tres asientos claramente definidos, y con un ángulo de inclinación de 25 grados.
Si echamos un vistazo a los equipamientos de cada una de las cuatro versiones volveremos a dudar si estamos analizando un vehículo industrial o puramente recreacional. La Mitsubishi L200 ya monta cámara de visión trasera, aire acondicionado bizona, cambio de levas en el volante, sistema start/stop, navegador con pantalla de 7 pulgadas, puertos USB, etc?
La quinta generación de la pick-up Mitsubishi L200 estará a la venta en octubre con unos precios que oscilarán, según la versión, entre los 26.500 y los 40.000 euros.