Novedades

PGMV8: una moto que pone los pelos de punta

PGMV8

Nacida fruto de la pasión de un australiano, la PGMV8 es una moto artesanal fabricada desde cero por un grupo de ingenieros experimentados, que se mueve gracias a un motor 2.0 V8 de 334 CV. Una auténtica salvajada sobre dos ruedas.

Que los australianos tienen devoción por los motores V8 no es ninguna novedad. Muchos modelos que allí se venden están dotados de mecánicas con esta configuración, de hecho, es bastante común cruzarse por la calle con berlinas actuales que esconden bajo el capó grandes bloques de ocho cilindros y unos 5 ó 6 litros de cilindrada, muy al estilo americano, aunque escondidos en carrocerías más similares a las europeas. También en el mundo de las carreras están muy presentes los motores V8.

Pero claro, cuando pensamos en estos propulsores lo primero que nos viene a la cabeza son vehículos de cuatro ruedas. ¿A quién se le podría ocurrir acoplarle un motor de ocho cilindros en V a, por ejemplo, una moto? Pues sí, al australiano Paul G. Maloney, quien se ha rodeado de un equipo de ingenieros con experiencia en competición de alto nivel para, durante años, llegar a desarrollar la PGMV8. Esta moto debe su nombre a las iniciales de su creador y a su mecánica.

Radical en todo menos en el diseño

Como decíamos, varios años de trabajo han dado como resultado esta motocicleta totalmente artesanal que esconde en su interior un V8 de 2 litros de cilindrada que entrega nada menos que 334 CV a 12.800 rpm. Una auténtica barbaridad si tenemos en cuenta que no hay sistemas de sobrealimentación, ya que el propulsor es atmosférico. La cifra de par máximo es de 214 Nm y la transmisión es secuencial de 6 velocidades. Sinceramente, no sabemos si una sola rueda será capaz de digerir correctamente semejantes cifras, pero lo que si tenemos claro es que ese motor debe de sonar a gloria, muy al estilo de los V8 de baja cilindrada de los coches de Formula 1 de hace varias décadas. Un auténtico regalo para los oídos.

A diferencia de otras creaciones artesanales, la PGMV8 no es un simple motor pegado a una estructura de cualquier manera. Aquí hay ingeniería muy seria de por medio, y tanto el propulsor como el chasis han sido diseñados y fabricados partiendo de cero por un equipo profesional con experiencia en el Mundial de Motociclismo y de Superbikes. Por ello, esta moto se sirve de un complejo chasis multitubular creado ad hoc, de unas suspensiones Ohlins y de un equipo de frenos firmado por Brembo. El peso total del conjunto es de 242 kilos. Nada mal para una moto con semejante mecánica.

Curiosamente, a pesar de unas prestaciones presumiblemente radicales, la moto australiana no tiene aspecto de deportiva sino de naked incluso bastante corriente, nos atreveríamos a decir. Quizá le falte un toque de modernidad a ese carenado y esa careta frontal que integra el faro para hacer el que resultado sea redondo. Aunque, bien pensado, ¿a quién le importa eso cuando puede dominar a golpe de puño unos salvajes 334 CV? ¡Ni siquiera la Kawasaki Ninja H2R le supera en potencia con sus 328 CV! Además, mientras la japonesa sólo puede rodar en circuito, la PGMV8 sí es matriculable para la calle.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky