
El Bentley EXP 100 GT es un prototipo que celebra los cien años de vida de la marca y anuncia cómo será la futura oleada de modelos en términos de diseño y tecnología. La electrificación y cuidado del entorno son dos apartados clave en la estrategia de Bentley.
El coche que se acaba de presentar es un coupé de grandes dimensiones (mide casi 6 metros de longitud) que, a pesar de tener una línea moderna, esconde en sus trazos la personalidad de algunos Bentley de antaño. Según asegura la marca, del R-Type Continental hereda los pasos de rueda del eje posterior y del Bower, los grupos ópticos delanteros. En cualquier caso, no deja de ser una reinterpretación que queda perfectamente integrada y pasa casi desapercibida en esa carrocería bicolor (plata y cobre) hecha de aluminio y fibra de carbono.
Al habitáculo se accede por dos puertas de enorme tamaño, que casi ocupan la mitad del perfil del coche. Y en el interior, al conductor y los pasajeros les espera un ambiente claramente futurista, muy de concept, en el que los cuatro asientos individuales son capaces de adaptar sus formas en función de las circunstancias, mientras unos sensores situados en varios puntos del interior se encargan de recabar información sobre las constantes de los usuarios para, así, adecuar la climatización, la iluminación y otros parámetros en consecuencia.
Potencia silenciosa
Tratándose de un prototipo futurista, no esperábamos encontrar otro sistema de impulsión que no fuera eléctrico. El Bentley EXP 100 GT recurre a cuatro motores -entendemos que uno por cada rueda-, capaces de generar 1.500 Nm de par y de transmitirlo al suelo de la manera más efectiva posible. La potencia no ha sido revelada, pero sí otros datos como la velocidad (300 km/h), el tiempo de recarga (15 minutos para obtener el 80% de la capacidad de la batería) o la autonomía (700 km). Son cifras muy buenas para los estándares actuales del coche eléctrico. Bentley aquí juega con la ventaja de la evolución y los avances que se implementarán en los próximos años.
Ese respeto al medio ambiente de sus motores 'cero emisiones', queda patente, también, en la elección de materiales a la hora de fabricar el coche. Bentley asegura que los recubrimientos interiores del coche son todos ellos de origen natural, como es el caso del cuero orgánico nacido del proceso de fabricación de vino.
El Bentley EXP 100 GT es el regalo de centenario que la marca se ha hecho a sí misma y es, a la vez, una adelanto de lo que veremos en la gama de producto de la firma británica en los próximos años. Concebido como un Gran Turismo de altas prestaciones, silencioso, relajante y respetuoso con el entorno, deja claro cuál es el rumbo que a partir de ahora toma la compañía. Ver todos estos adelantos técnicos en un modelo cercano parece poco probable, pero vale la pena quedarse con las imágenes de este prototipo en la retina, pues el próximo Bentley Continental quizá se parezca bastante a este coche, al menos en sus líneas maestras exteriores.