Mucho se habla estos días sobre nuevas tecnologías de impulsión aplicadas a la automoción para reducir consumos y emisiones, y así lograr que el parque móvil de las grandes ciudades sea más limpio. El aire que respiramos debe bajar sus índices de contaminación y la legislación prácticamente obliga al usuario a obtener las etiquetas ambientales menos contaminantes si pretende seguir usando su vehículo particular con libertad. La pregunta es: ¿hay vida más allá de híbridos y eléctricos?
La respuesta es que sí. Existen otras opciones muy interesantes como las que plantea la gama TGI de Seat con sus coches alimentados por gas natural comprimido (GNC), que se conducen exactamente igual que sus equivalentes TSI, están catalogados como vehículos 'ECO' y además ofrecen un importante ahorro de costes en el uso diario. No hay trampa ni cartón en esta ecuación, si acaso existe algún otro factor que debe mejorar (como la red de suministro), pero por lo demás, no deja de ser una opción a valorar muy seriamente.
Más allá de fríos datos de ficha técnica, nada mejor que vivir la experiencia de viajar a bordo de un coche de GNC para ver cómo funciona y ver cuáles son sus costes reales. Para ello, Seat nos invita a hacer un par de etapas de su 'vuelta a España TGI', en las que recorremos dos trayectos de unos 350 kilómetros cada uno.
Día 1: de Madrid a Valencia
A las 11 de la mañana y con el depósito de GNC cargado a tope, salimos de la sede de Seat en Madrid a bordo de un Seat León ST TGI de 130 CV, con cambio automático DSG de 7 velocidades y acabado FR. Visto desde fuera, es un coche muy pintón y apenas la pegatina 'ECO' nos recuerda que no es un León cualquiera de la gama.
En esta primera etapa viajamos tres personas y llevamos en el maletero nuestro equipaje correspondiente, más el de otros dos compañeros periodistas que nos lo han colado 'de regalo'. Así que nuestro León lleva el laste de tres adultos y cinco maletas, una combinación que bien puede representar a una familia tipo en sus viajes vacacionales.
Y así, tras unas dos horas de viaje llegamos a una estación de servicio para repostar la caravana de Seat TGI que vamos en ruta (nos acompañan un Arona, un Ibiza y un León de 5 puertas). No hemos agotado el depósito de GNC -aún queda la mitad más o menos-, pero queremos cargar para empezar a hacer cuentas. Este es el resultado del primer repostaje.
Recorrido: 219 kilómetros
Consumo medio: 3,67 kg/ 100 km de GNC
GNC consumido: 8,05 kg
Coste del repostaje: 7,45 euros (a 0,926 euros/kg)
Continuamos el recorrido hasta Valencia y, tras una parada para comer, llegamos finalmente a destino donde visitamos de nuevo una gasinera con idea de tener los depósitos cargados a tope para el día siguiente. Este es el resumen del segundo trayecto del día.
Recorrido: 144,7 kilómetros
Consumo medio: 5,05 kg/ 100 km de GNC
GNC consumido: 7,32 kg
Coste del repostaje: 6,78 euros (a 0,926 euros/kg)
En total, el primer día hemos recorrido 370 kilómetros con un gasto total de 14,23 euros. El coche se ha comportado bien, los repostajes han sido fáciles y rápidos y, si acaso, ha habido que planificar la ruta para saber donde estaban las gasineras que estaban a mano.
Dia 2: de Valencia a Madrid
La segunda jornada de esta ruta TGI comienza en Valencia a las 9.30 de la mañana. Nuestro León ST TGI está listo para seguir devorando kilómetros y nosotros, también. Esta vez salimos con el ordenador de viaje marcando una cifra algo elevada de consumo porque no hemos reseteado el marcador después de los últimos kilómetros de ciudad que recorrimos al final de la jornada anterior. Y aún nos quedan otros tantos para salir de Valencia en hora punta con un tráfico relativamente denso.
Pero una vez en carretera y a velocidad de crucero sostenida, poco a poco, el consumo va bajando hasta estabilizarse en unos 3,9 kg/ 100 km que ya nos acompañarán durante el resto de la ruta. La jornada de hoy es parecida a la del día anterior, se divide en dos tramos con dos paradas de repostaje.
Nuestra primera gasinera de hoy está en Tarragona y estas son las cifras que anotamos en el cuaderno de ruta.
Recorrido: 252,7 kilómetros
Consumo medio: 3,98 kg/ 100 km de GNC
GNC consumido: 10,07 kg
Coste del repostaje: 8,35 euros (a 0,830 euros/kg)
Esta vez volvemos a cifras de consumo similares a las primeras y observamos que hay diferencias palpables en el precio del gas según zonas y estaciones de servicio. En cualquier caso, el precio a pagar siempre es bajo en comparación a lo que estamos acostumbrados en un coche alimentado por carburantes tradicionales. Y, por cierto, cabe decir que esta prueba la estamos haciendo a ritmo normal, siempre dentro de los límites legales y con relativa calma, pero sin ir a buscar consumos excesivamente bajos. Es decir, no es el típico recorrido que pretende lograr las cifras más bajas posibles, sino más bien reproducir las condiciones reales que puede encontrarse un usuario en sus desplazamientos cotidianos.
Nos queda el último tramo antes de rematar la jornada y el viaje. Estos son los datos recogidos:
Recorrido: 86 kilómetros
Consumo medio: 3,9 kg/ 100 km de GNC
GNC consumido: 3,65 kg
Coste del repostaje: 3,38 euros (a 0,926 euros/kg)
Entonces, ¿sale a cuenta un coche de gas?
En nuestro viaje a bordo del Seat León ST TGI de 130 CV hemos recorrido un total de 708 kilómetros y hemos gastado un total de 25,96 euros en GNC. Por una simple regla de tres sabemos que para hacer 100 kilómetros hacen falta 3,66 euros.
Una cantidad que, a simple vista, ya parece baja. Pero, ¿y si la ponemos en relación al dinero que 'bebe' un coche de gasolina o diésel? Aquí es donde se pone interesante el asunto, ya que esos 3,66 euros darían para 2,7 litros de Sin Plomo 95 o 3 litros de gasóleo (en base al precio medio de hoy en España). ¿Y qué coche de gasolina gasta 2,7 litros a los 100 o qué coche diésel gasta 3 litros a los 100? Exacto: ninguno.
Así que si hablamos de ahorro de costes en el día a día, un coche de gas natural comprimido como el León que tenemos entre manos, es imbatible. Las cuentas salen y no hay más vuelta de hoja. Ni siquiera el precio de partida (unos 1.000 euros más que su equivalente TSI) puede considerarse un freno porque la diferencia se amortiza rápido dada la brecha de consumo que hay entre ambas versiones. Y de regalo, el usuario se lleva la etiqueta 'ECO' que aporta ventajas a la hora de circular por el centro de ciudades como Madrid.
Evidentemente, no todo podía ser perfecto en estos modelos TGI, y a ese aumento de precio inicial hay que sumarle una cierta pérdida en la capacidad del maletero por los depósitos de gas y una merma en las prestaciones que, aunque escasa, está ahí. Conviene anotar todo esto para evitar sorpresas en el momento de la compra.
Y luego está la red de suministro, hoy formada por 65 gasineras operativas en toda España. Son pocas, no hay duda. Podríamos decir que sigue siendo la asignatura pendiente para que el coche de GNC en España pueda despegar con soltura. Pero también conviene tener en cuenta que a finales de este año hay previsión de superar los 100 puntos de repostaje y que se ve movimiento en este mundo del gas para vehículos. Cada vez hay más acuerdos y planes de desarrollo sobre la mesa con empresas como Repsol, Galp, Endesa, Redexis, HAM, Aliara, Durogas, Nortegas, Factor Energía o Naturgy implicadas. Cabe pensar, pues, que las cosas pueden cambiar bastante a corto plazo.
La gama TGI de Seat
Estas son las opciones que existen hoy en la familia Seat.
Seat Ibiza 1.0 TGI 90 CV (manual, 6 vel.) - 3 depósitos de GNC + 1 de gasolina – autonomía WLTP en modo GNC: de 336 a 363 km – desde 18.630 euros
Seat Arona 1.0 TGI 90 CV (manual, 6 vel.) - 3 depósitos de GNC + 1 de gasolina - autonomía WLTP en modo GNC: de 328 a 363 km – desde 20.160 euros
Seat León 5p 1.5 TGI 130 CV (manual, 6 vel.; auto., 7 vel.) - 3 depósitos de GNC + 1 de gasolina - autonomía WLTP en modo GNC: de 384 a 433 km – desde 24.920 euros
Seat León ST 1.5 TGI 130 CV (manual, 6 vel.; auto., 7 vel.) - 3 depósitos de GNC + 1 de gasolina - autonomía WLTP en modo GNC: de 384 a 433 km – desde 25.940 euros
