Pocos coches hay tan representativos como el Volkswagen Golf. Cualquiera que tenga en cuenta el segmento compacto sabe que este modelo alemán lleva siendo la referencia desde hace mucho tiempo. Concretamente, son 45 velas las que sopla hoy el mítico Golf. Esto quiere decir que va camino de llegar al medio siglo cosechando éxitos sin parar.
Fue por estas fechas en 1974 cuando la planta de Wolfsburgo puso en marcha oficialmente la producción de un vehículo que, por aquel entonces, ni se imaginaban que sería el más vendido de su gama. A lo largo de estas cuatro décadas y un lustro ha vendido ya nada menos que 35 millones de unidades por todo el mundo, y contando. Esto quiere decir que se vende un nuevo VW Golf en algún lugar del planeta cada 41 segundos, lo que supone una media de 780.000 coches al año. Apenas unos pocos elegidos pueden presumir de semejantes cifras. De hecho, al cierre del ejercicio 2018, el VW Golf era el tercer modelo más vendido de la historia, por delante del VW Beetle y por detrás de todo un símbolo americano como es el pick up Ford F-150.
El caso es que en este punto tenemos muy recientes las últimas generaciones del Golf, incluida la actual, pero ¿cómo era aquel Golf I que sorprendió a todos en 1974?
El Golf de primera generación, Golf I o Golf mk1, como cada cual prefiera llamarlo, salió de la cadena de montaje el 29 de marzo de 1974. Fue entonces cuando se inició la producción en serie. El 8 de julio de ese mismo año ya estaba disponible en los concesionarios de la marca y el 5 de agosto comenzaron las entregas a clientes.
El primer Golf era un coche de dimensiones muy compactas. Tanto, que era más pequeño que el VW Polo actual. Medía 3,7 metros de longitud, frente a los 4 metros de un Polo de hoy y a los 4,26 metros de un Golf de la generación vigente. En aquellos años 70 se presentaba como un modelo con carrocería hatch de 3 ó 5 puertas (después llegarían otras variantes) y en su comedido pero bien aprovechado interior había espacio para cinco personas. El maletero tenía unos respetables 300 litros de capacidad.
En cuanto a los motores, primero llegaron los 1.1 y 1.5 de gasolina, con 50 y 70 CV, respectivamente. A estos se sumaron los diésel 1.5 y 1.6, de 50 y 54 CV (atmosféricos ambos), que después dieron paso al 1.6 turbodiésel de 70 CV, que ofrecía casi tanto par motor como los motores más potentes de la gama, que eran los gasolina de las versiones GTI. Sin duda, el Golf GTI fue uno de los grandes logros de Volkswagen, que dio inicio a una saga de coches utilitarios pero con ambiciones deportivas que, poco a poco, se convirtió en una de las categorías más deseadas por gran parte de los aficionados al mundo del automóvil.
El VW Golf GTI de primera generación comenzó con un motor 1.6 de 110 CV bajo el capó, asociado a un cambio manual de cuatro velocidades. Más adelante llegaron el cambio de cinco marchas para esta mecánica y el nuevo motor 1.8 de 112 CV, ya con cambio manual de cinco velocidades de serie. La transmisión en las versiones 'normales' era de cuatro marchas en las cajas manuales y de tres en las automáticas.
Entre las curiosidades del primer Golf figura el hecho de que en Sudáfrica se estuvo fabricando hasta el año 2010, cuando ya estaba en el mercado la sexta generación. Aunque era un engendro con salpicadero de modelos actuales del grupo VW y motores también más recientes, no dejaba de tener cierto encanto la idea de poder adquirir un coche icónico de los años 70 (la carrocería era idéntica a la del modelo original) en pleno siglo XXI.
Según Ralf Brandstätter, director de Operaciones de Volkswagen: "El Golf es el corazón de nuestra marca. Representa el progreso y la tecnología como ningún otro coche. Por ejemplo, el Golf hizo que la tecnología de seguridad fuera accesible para millones de personas por primera vez. Gracias a ello, dejó huella en toda una generación". Brandstätter enfatizó: "Durante siete generaciones, el Golf ha contribuido al desarrollo de Volkswagen como marca y como grupo, hasta convertirse en uno de los productores automovilísticos más importantes del mundo".
Y aquí, todas las generaciones juntas. Larga vida al Golf.
