En 2011, Land Rover sorprendió al mundo con un "spin-off" del Range Rover. El Evoque entró por los ojos a todos el mundo, y ahora llega la segunda generación.
Hacía mucho tiempo que una versión de un modelo alcanzaba el éxito que logró el nacimiento del Range Rover Evoque allá por 2011. El "Range pequeño" entró por los ojos y por los bolsillos de un mercado que, aún sumido en plena crisis, agradeció y apreció el concepto de un Range Rover compacto, pero cargado de estilo y de diseño. Así, la primera generación del Evoque vendió la friolera de 800.000 vehículos, además de ganar 217 galardones a nivel mundial.
Y, como siempre ocurre, a un gran éxito le sigue... la enorme responsabilidad de mantener el modelo en tan altas cotas de aceptación. Lo que suele llamarse "el síndrome de la segunda generación". Cuántos modelos de muchas marcas han naufragado en las segundas generaciones de modelos de éxito por, o bien pecar de demasiado continuistas, o bien de revolucionar en exceso un modelo hasta el punto de perder su espíritu y su esencia.
Pues bien, justo este es el momento que vive el Range Rover Evoque: el lanzamiento de su segunda generación. Y, a primera vista, está claro que, de las dos tendencias antes expuestas, los ingenieros de Land Rover han apostado por una "continuidad mejorada", esto es, por continuar y mejorar el concepto de diseño del Evoque.
El Range Rover Evoque de segunda generación es 0,1 cm más largo, un centímetro más ancho y 1,1 cm más bajo que el modelo anterior. La batalla, sin embargo, es 2,1 centímetros más larga. Estéticamente los cambios más pronunciados son sin duda unos grupos de luces LED ultrafinos y unos músculos más marcados, especialmente en los pasos de ruedas, para no perder la exitosa relación de la primera generación entre estilo, diseño y capacidades "off-road".
Y ahora, etiqueta ECO
Debajo del capó sí asistimos a un cambio importante en la presencia de un pequeño motor eléctrico en las versiones automáticas del nuevo Evoque (la mayoría de ellas). Un alternador o motor de arranque de 48 voltios que genera y almacena la energía que normalmente se pierde en la deceleración y la reutiliza para asistir al motor y mejorar sus respuestas y la aceleración. Es lo que habitualmente se llama "hibridación ligera"(MHEV). En los próximos meses llegará una versión del Evoque híbrida enchufable (PHEV). Por ello, todas las versiones automáticas del Evoque traerán bajo el brazo la etiqueta ECO.
El nuevo Range Rover Evoque llega con seis motorizaciones, todas ellas de dos litros: tres diésel (150, 180 y 240 CV) y otras tres gasolina (200, 249 y 300 CV). El 2.0 gasolina de 150 CV es el único que ofrece transmisión manual (además de automática) y tracción delantera (además de total). El resto de versiones son siempre automáticas y de tracción total.

El interior, que presenta nuevos materiales y terminaciones, está presidido por una creciente digitalización, pues según la versión se puede disponer de hasta tres pantallas, una para el cuadro de mandos del piloto y una o dos en la consola central, para manejar las funciones de infoentretenimiento y de ayudas a la conducción.
¿Tecnología? Poco espacio para contar en esta página, ya lo haremos en un futuro próximo cuando nos subamos al nuevo Evoque. Solo nos da para enumerar la buena serie de novedades que presenta: tiradores de las puertas desplegables, control de frenos en pendientes, control de tracción "Terrain Response 2" con seis modos (auto; hierba, gravilla y nieve; barro; normal, dinámico; y arena), 60 cm de profundidad de vadeo, airbag de peatones, Matrix LED, retrovisor rayos X, etc.
Las primeras unidades de la segunda generación del Range Rover Evoque ya están llegando a los concesionarios, y su precio de partida es de 40.000 euros.