
Decía Carrol Shelby, allá por 1967, que aquel Shelby GT500 original que salió de sus talleres fue el primer automóvil del que se sentía realmente orgulloso. Con él había conseguido elevar a la máxima potencia el Ford Mustang, dentro de las posibilidades que existían en ese momento, claro. Si hoy levantara la cabeza Mr. Shelby, sin duda le daría el visto bueno al nuevo Shelby GT500 2020, porque es lo más salvaje jamás creado por la firma del óvalo en un coche de producción.
Lleno de aditivos estéticos y aerodinámicos, el Shelby GT500 2020 esconde bajo su largo capó delantero un imponente motor V8 de 5,2 litros, que alcanza nada menos que 700 CV. Desde la marca cuentan que el gran responsable de poder alcanzar semejante potencia es un sistema de sobrealimentación mediante un compresor que se ubica entre las dos bancadas de cilindros.
No sólo eso, esta mecánica se ha puesto a punto de una manera especial para poder aguantar el uso más exigente. Por ello cuenta con bielas forjadas, una lubricación mejorada y unos conductos de refrigeración aumentados, entre otros tantos detalles que ayudan a fiabilizar el motor. La transmisión queda en manos de una caja automática firmada por Tremec, que tiene 7 velocidades y puede realizar las transiciones en menos de 100 milisegundos. Cuatro son los modos de conducción que ofrece esta transmisión: normal, invierno, drag y deportivo.
Pero claro, tal cantidad de caballos necesitan un chasis acorde que pueda soportar su furia. Y es aquí donde entra en juego la división Ford Performance, que ha sido la encargada de poner a punto el Shelby GT500 2020. Y lo ha hecho con una geometría de suspensión muy concreta, una dirección asistida con unidad electrónica específica, unos frenos Brembo con discos sobredimensionados (420 mm) y unos neumáticos Michelin personalizados.
El resultado es un coche capaz de cubrir esa prueba tan típicamente americana del cuarto de milla en tan solo 11 segundos. El 0 a 100 km/h lo hace en 3 segundos, que no está nada mal, aunque seguro podría ser mejor si toda la potencia no fuera a parar exclusivamente al eje trasero.
El Shelby GT500 2020 se ofrece con dos paquetes a elegir: 'Handling' ó 'Carbon Fiber Track', siempre enfocados a la deportividad. Pero más allá de esto, en Ford han querido darle a su criatura un aire premium, y es por eso que en el interior encontramos fibra de carbono en el panel de instrumentos, piel de ante en los guarnecidos de las puertas, unos asientos firmados por Recaro, un equipo de audio de Bang & Olufsen, una pantalla táctil para el manejo del infoentretenimiento o una pantalla LCD para la instrumentación.
Las versiones Shelby del Ford Mustang están creadas por y para los estadounidenses. Representan su más pura esencia automovilística, y esto hace que sólo vayan destinados a su mercado. Así que no hay planes de comercialización en Europa. Una pena, porque seguro que algún comprador interesado podría haber… En cualquier caso, siempre quedan las versiones más normales del Mustang, que si se pueden adquirir aquí. Quizá los 450 CV de un GT con su motor V8 atmosférico ya sirvan para disfrutar (y mucho) al volante de este mito americano.