Motor

¿Hielo en el parabrisas de su coche por las mañanas? Todo lo que hay (y no) que hacer

Son muchos los coches que duermen en la calle y sufren durante esta época los rigores del frío, la lluvia y los cambios de temperatura. Desde luego, no hay estampa más invernal que la de un vehículo con el parabrisas congelado a primera hora de la mañana. Pero esta imagen tan asociada a los meses de diciembre, enero y febrero, es en realidad uno de los mayores incordios que uno puede experimentar al arrancar el día.

Ante esto, son muchos los usuarios que entran en su coche, arrancan el motor y ponen la calefacción a tope esperando que el parabrisas se descongele. Incluso esto se suele acompañar de algún movimiento de limpiaparabrisas cada cierto tiempo, para barrer las capas de hielo que van cogiendo temperatura. Pues bien, tanto lo uno como lo otro (o echar agua caliente directamente sobre el cristal) son graves errores que pueden acabar por romper la luna delantera.

De hecho, si el parabrisas tiene algún impacto, la probabilidad de que esto suceda es muy elevada. Un estudio llevado a cabo por el departamento de investigación y desarrollo del grupo Belron (al que pertenece Carglass) en coches con lunas en mal estado y aparcados a una temperatura exterior de 10 grados bajo cero, ha revelado que en el 81% de los casos los parabrisas se rompen en menos de cinco minutos tras encender la calefacción.

Qué hacer para que el hielo no te amargue la existencia

Lo primero es intentar evitar que se forme esa capa de hielo y para ello, nada mejor que poner una capa de cartón encima del parabrisas. Esto implica ponerlo y quitarlo cada día, pero, una vez automatizado el gesto, el resultado es realmente efectivo. También existen tratamientos específicos para repeler líquidos e insectos, que, en un momento dado, pueden ayudar a que el agua no se instale en la luna antes de congelarse.

¿Y qué pasa si no he hecho nada al respecto y mi parabrisas ya tiene esa capa de escarcha? En este caso, la herramienta más efectiva es una rasqueta de plástico, que elimina el hielo sin problema y sin dañar el cristal. En ciertos países es un complemento que no falta en ningún coche. Incluso algunos fabricantes como Skoda lo contemplan dentro del equipamiento de sus modelos (es una de las medidas 'Simply Clever'). Otra solución es rociar el parabrisas con alcohol, que ayuda a la tarea del descongelado, pero no provoca cambios bruscos de temperatura como sí lo hace el agua caliente.

La importancia de un parabrisas en buen estado

El 90% de la información que recibimos al conducir nos llega a través de la vista. Y con nieblas, lluvias y nevadas frecuentes, es de vital importancia tener el parabrisas y las escobillas en perfecto estado. Unos limpiaparabrisas deteriorados provocan franjas o superficies veladas en el campo de visión al accionarlos, con la consiguiente merma de seguridad.

No solo eso, el parabrisas aporta hasta el 30% de la resistencia de la estructura del vehículo y es un elemento clave para evitar el hundimiento del techo en caso de vuelco. Además, la eficacia del airbag del acompañante está condicionada por el buen estado del parabrisas, pues al desplegarse se apoya sobre él, ejerciendo una enorme presión que podría llegar a arrancarlo.

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