
Audi acaparó los focos mediáticos durante unos cuantos días del pasado mes de julio tras dar a conocer su nuevo buque insignia, el A8. Un modelo que, más allá de su evidente atractivo estético, trajo consigo un nuevo paso hacia la conducción completamente robotizada: la implementación del sistema AI traffic jam pilot, encasillado en el nivel 3 -de cinco- en la escala elaborada por la Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE) en lo relativo a esta tecnología.
Pero, ¿qué es capaz de hacer por nosotros la nueva y lujosa berlina? Principalmente, liberar al conductor de la pesadez que supone circular en situaciones de tráfico denso con tan solo pulsar el botón AI en la consola central. De esta manera, en las autopistas y autovías de varios carriles con una barrera física que separe las dos direcciones, el sistema se encarga de la conducción en situaciones de congestión del tráfico, siempre que el vehículo se desplace a una velocidad que no supere los 60 km/h.
El asistente a la conducción AI traffic jam pilot puede arrancar desde parado, acelerar, controlar la dirección y los frenos manteniendo el vehículo dentro del carril. También puede manejar situaciones como vehículos que se interponen en la trayectoria o cambian de carril de forma repentina.
Para lograrlo, las señales requeridas por el sistema para la conducción automatizada condicionada se obtienen de un controlador central de los sistemas de asistencia, denominado zFAS, datos que se recogen por duplicado al tenerse en cuenta también los cosechados por la unidad de control del radar. Por su parte, el Audi virtual cockpit proporciona una vista del vehículo desde la parte trasera y marcas en la carretera que simbolizan el movimiento y el entorno del nuevo A8.
En suma, el sistema se compone de:
- doce sensores de ultrasonidos en el frontal, los laterales y la parte trasera.
- cuatro cámaras de 360 grados en el frontal, la trasera y los retrovisores exteriores.
- una cámara frontal en el borde superior del parabrisas,
- cuatro sensores de radar de medio alcance en las esquinas del vehículo.
- un sensor de radar de largo alcance en la parte delantera.
- un escáner láser en la parte delantera.
- una cámara de observación del conductor en la parte superior del cuadro de instrumentos.
No, no se puede dormir mientras tanto
Pero, a pesar de estos estos múltiples dispositivos y de las ventajas que conceden, el conductor debe estar alerta en todo momento a la circulación. Audi, para asegurarse de que se supervisa el tráfico en todo momento a fin de garantizar la seguridad de los pasajeros en todo momento, una cámara comprueba si el conductor está preparado para volver a tomar el control del vehículo si fuera necesario mientras el Audi AI traffic jam pilot está activado.
Por consecuente, analiza la posición y el movimiento de la cabeza y los ojos, con el objeto de generar datos anónimos. Si los ojos del conductor permanecen cerrados durante un período de tiempo prolongado, por ejemplo, el sistema le pide al conductor que recupere la tarea de la conducción.
La forma en que se requiere al conductor que tome el control se realiza en múltiples etapas que suman, en total, alrededor de 10 segundos. Si la velocidad supera los 60 km/h o el tráfico comienza a despejarse, el sistema informa al conductor sobre la necesidad de que retome el control del vehículo. Si el conductor ignora el primer aviso y las siguientes alertas, el A8 inicia una maniobra de frenada de emergencia hasta que se detiene por completo en su carril.
¿Puede conectarse en todo momento esta tecnología?
No. Audi asegura que el AI traffic solo puede activarse si se dan las siguientes condiciones:
- Que el A8 circule por una autopista o una carretera de varios carriles con una barrera física de separación entre calzadas.
- Que el tráfico en todos los carriles sea denso, con los coches circulando en caravana.
- La velocidad del vehículo no debe superar los 60 km/h.
- Ningún semáforo o peatón ha de encontrarse en el rango de visualización de los sensores del vehículo.
Si se cumplen estas condiciones, una señal luminosa indicará al conductor que el sistema está disponible: en primer lugar, el botón Audi AI en la consola del túnel central se iluminará con una luz blanca. A continuación, en el Audi virtual cockpit aparecerá un mensaje de texto junto con unas guías intermitentes de luz blanca que representan el carril en los lados izquierdo y derecho. El icono AI en el cuadro de instrumentos digital también se ilumina de color blanco.
Una vez que el conductor activa el traffic jam pilot pulsando el botón AI, las luces se vuelven verdes. El Audi virtual cockpit muestra una estilizada vista trasera del coche y unas marcas difuminadas en la carretera. La velocidad del vehículo se muestra digitalmente con números a la derecha de la pantalla, y representada mediante un gráfico con forma de barra horizontal en la parte inferior de la instrumentación. La iluminación verde de los bordes del cuadro de instrumentos y en el icono AI simboliza el funcionamiento del sistema.
¿Y ver una película?
Una vez se cede el control de la conducción al coche, las actividades que se practiquen ya depende de la normativa de circulación de cada país. En Alemania, por ejemplo, los conductores pueden visualizar programas de TV y DVDs en la pantalla de 25,7 cm (10,1 pulgadas) de la consola central, y utilizar todos los servicios de Audi connect. Pueden desviar su atención del tráfico y del volante para realizar tareas como contestar su correo electrónico, escribir mensajes, etc...
Además, el Gobierno germano, por ejemplo, modificó la ley a finales de junio de 2017 para permitir la utilización de coches con funciones condicional y totalmente automatizadas "dentro de los parámetros designados para su uso".
En España, por el momento, la normativa exige ir con ambas manos sobre el volante en todo momento y evitar todo aquello que pueda ser susceptible de generar distracción al conductor. Y en la misma situación se encuentran muchos más países que ya trabajan en renovar una limitación que parece quedar obsoleta a tenor del ritmo al que evoluciona la industria del automóvil.
¿Quién es responsable en caso de accidente?
En Alemania, por ejemplo, la compañía de seguros es inicialmente responsable del accidente ante el contrario. En un segundo paso –al igual que sucede en la actualidad– la compañía de seguros podría recurrir a la responsabilidad del fabricante, siempre que un defecto del producto o del vehículo, o del sistema, fueran los causantes del daño.
Para determinar su la causa es un error humano o del sistema, el Audi AI traffic jam pilot cuenta con una memoria de datos automatizada, conocida como DAF, que analiza quién está realizando la tarea de la conducción en cada momento. La información dura almacenada seis meses, pero el caso de que se produzca una colisión, el DAF graba y almacena de forma permanente los datos de los segundos previos al accidente.
Paralelamente, el DAF registra varios indicadores de situaciones en las que se pudiera producir o casi se produjera un contacto con otro vehículo, así como aquellas en las que se supera un determinado umbral de aceleración. Estos no permiten la identificación de personas o de vehículos, tales como caras o plazas de matrícula. Cuando se desconecta el encendido, los datos son borrados.
En suma, se trata de un sistema que que erige en la antesala de lo que serán los vehículos totalmente robotizados que coparán las carreteras en aproximadamente una década y que, de acuerdo con el Informe ADAC sobre los Atascos de Tráfico en 2016, contribuirá a reducir los más de 1.378.000 km de retenciones registradas el año pasado... solo en Alemania.