
Un millón de coches ha salido de la planta de Renault en Tánger desde su concepción en 2012. El respeto al medio ambiente es una de sus claves.
Si a comienzos de semana citábamos los beneficios generados por las sinergias de la alianza Renault-Nissan, hoy toca hablar de otro pilar básico dentro del grupo: los centros de producción. Y más concretamente, de uno de ellos. La planta de Tánger es, por su ubicación puramente estratégica y por su reciente construcción, todo un referente.
Pero antes de meternos de lleno en lo que es y lo que significa esta fábrica para el grupo Renault, merece echar un vistazo a la historia para ver que la relación entre Marruecos y la firma francesa no es nueva. De hecho, los lazos se establecieron nada menos que en 1928, cuando Renault decidió establecerse en el país vecino por primera vez. Las décadas fueron pasando y, con ellas, surgieron fábricas como la de Somaca en Casablanca, que todavía hoy funciona a pleno rendimiento. Y así hasta 2012, momento en el que se inauguró -a bombo y platillo, con el rey Mohammed VI presidiendo el acto- la planta de Tánger, que es una de las más modernas y avanzadas del mundo.
Cómo es la factoría de Tánger
La fábrica de Renault-Nissan en Tánger se asienta sobre una superficie de 300 hectáreas y controla el proceso de producción en su práctica totalidad. En sus instalaciones hay salas dedicadas al estampado, la pintura, la elaboración de chasis, montaje y la verificación final. También está conectada por una red ferroviaria con el imponente puerto Tanger Med, que tiene una gran capacidad y del que, cada día, salen barcos repletos de coches con destino a sus mercados de venta. Este puerto está ampliando sus infraestructuras actualmente para triplicar sus capacidad y convertirse así en un gigante entre los suyos.
En la planta de Renault ubicada en el norte de Marruecos se fabrican los siguientes modelos:
Dacia Sandero
Dacia Sandero Stepway
Dacia Lodgy
Dacia Lodgy Stepway
Dacia Dokker
Dacia Dokker Stepway
Dacia Dokker Van
Si atendemos a la producción por modelos, se han fabricado más de 474.000 Sandero, más de 193.000 Lodgy y más de 320.000 Dokker desde que la fábrica entrara en funcionamiento hace ahora cinco años. Y la suma, precisamente, de todos estos coches da como resultado ese millón de unidades que hoy celebra la marca con orgullo.
Dividida en tres turnos de ocho horas de actividad cada uno, durante seis días a la semana, la fábrica ha alcanzado un ritmo de fabricación anual de 340.000 coches. Como dato curioso cabe destacar que uno de cada dos Dacia fabricados sale de esta planta de Tánger. También resulta llamativo saber que Dacia controla el 42% del mercado del vehículo nuevo en Marruecos. Parece que, finalmente, aquellos Mercedes-Benz de los años 70 y 80 que poblaban -y aún lo hacen- las ciudades y carreteras de Marruecos pierden fuelle y dejan paso a una masa ingente de Dacias de color turquesa (allí es la pintura estrella) que, de alguna manera, están motorizando a las flotas y a una incipiente clase media que demanda coches nuevos a precio asequible.
El respeto al medio ambiente, su punto diferenciador
Pero si algo caracteriza a la factoría de la alianza Renault-Nissan, aparte de la comodidad que plantean unas instalaciones modernas, es su compromiso con el medio ambiente. Concebida como una fábrica de ?cero emisiones?, esta planta se asienta sobre tres pilares:
más del 90% de las necesidades se cubren con energías renovables gracias, en gran medida a una novedosa caldera de biomasa
la eficiencia energética está presente a lo largo de todo el proceso
el consumo de agua se controla para ahorrar hasta un 70% en comparación a una fábrica tradicional y el 100% de las aguas residuales industriales se reciclan con una depuradora de circuito cerrado. También se recoge el agua de las lluvias en un tanque para regar las zonas verdes y evitar así el uso de agua corriente para estos menesteres.
Tres preguntas a Jean-Philippe Hermine (director del plan medio ambiental del grupo Renault)
P- ¿De qué manera se enmarca el proceso ?cero emisiones de CO2 y cero residuos líquidos industriales? de la fábrica de Tánger en la estrategia del grupo Renault?
R- La planta de Tánger es una de las puntas de lanza de la estrategia medioambiental de Renault que pretende, en particular, reducir su huella de carbono. Renault ha sido el primer constructor de automóviles en fijarse tal objetivo , de manera pública y con cifras que lo respaldan. Además, esta reducción está relacionada por una parte con el control de nuestros consumos de energía ?y por lo tanto con los costes asociados- y, por otro lado, con el uso de energía renovables, lo que reduce nuestra dependencia de los precios de las energías fósiles.
P- ¿Por qué se ha elegido la planta de Tánger como ejemplo en cuanto a reducción de impacto en le medio ambiente?
R- La implantación geográfica implicaba tener un cuidado especial con el circuito de agua, puesto que Marruecos forma parte de los países en situación de estrés hídrico. En lo que se refiere a la gestión de la energía, Marruecos presenta una ventaja muy importante: el creciente desarrollo de la producción de electricidad a partir de fuentes de energía renovables en su territorio. El país lleva cerca de una década inmerso en un ambicioso programa de fortalecimiento y diversificación de su red eléctrica.
P- ¿La planta de Tánger sienta las bases de una nueva forma de producir más respetuosa?
En la fábrica de Tánger se invirtieron 50 millones de euros en la gestión de la energía y el agua. Esta fábrica está diseñada como cero ?CO2 y cero residuos líquidos?. Pero cualquier fábrica de la alianza Renault-Nissan ya adopta tecnologías innovadoras. Por citar dos ejemplos recientes, en la India, la fábrica de Chennai (2010) aplica tecnologías avanzadas para reciclar íntegramente sus residuos líquidos, en un país que también está en situación de estrés hídrico; por su parte, la nueva factoría de China se beneficia de los últimos avances en materia de eficiencia energética. Además, cualquier fábrica Renault se inscribe en un proceso de mejora continua.