
La verdad es que a simple vista acongoja un poco. Una mole de más de tres metros de altura, varias toneladas de peso y unos poderosos ejes armados con dobles juegos de ruedas... Echando un poco a volar la imaginación, nos veríamos ante un transformer en posición de reposo, a punto de ponerse en pie y comenzar a dispararnos misiles con sus poderosos brazos.
Pero, volviendo a la realidad, esta es muy distinta. Estamos ante un auténtico maquinón, sí. Muy fuerte y poderoso, sí. Y muy inteligente, también. Pero una inteligencia que podremos usar para mejorar, y de qué forma, nuestro trabajo en el campo de cultivo. El prototipo de tractor autónomo que Case IH, una de las marcas líderes en el mercado de la maquinaria agrícola, está a punto de ser presentado en Europa, tras ponerse de largo en Estados Unidos, y llega con la misión de revolucionar el duro trabajo agrícola de los grandes cultivos, ofreciendo un rendimiento 24/7 sin necesidad de que un operario pase largas y fatigosas horas en cabina manejando el vehículo. De hecho, podremos elegir entre versión con o sin cabina cuando este prototipo se haga realidad comercial.
No hace falta ser un experto en gran agricultura para darse cuenta de los beneficios que aportará esta nueva tecnología de Case IH: se lleva a sus más altas cotas la agricultura de precisión, concepto que ya maneja la firma desde hace más de 20 años, cuando empezó a utilizar sistemas basados en GPS para implementar el rendimiento en diferentes áreas de la explotación, midiendo los rendimientos de la cosecha y la georreferencia de los datos. Así, se obtiene un mapa de producción de la finca, con lo que cada año se ajustan las cantidades de fertilizante y semillas según el rendimiento de cada zona de la explotación. Con ello se maximiza el potencial de la producción, se recorta el desperdicio y se minimiza el impacto ambiental.
Pues bien, lo que en un principio se aplicó sobre los conceptos inmateriales del proceso evolucionó hacia los elementos físicos del mismo, comenzando por el autoguiado de los tractores, que permite controlar de forma automática la dirección del vehículo mediante la navegación por GPS, con lo que se disminuye la superposición de pasadas del tractor sobre un mismo suelo o, al contrario, para asegurarse que no se deja ninguna zona por pisar. El autoguiado ha reducido al máximo el consumo de combustible, fertilizante y otros elementos.
Pero hasta hoy el autoguiado no impedía el tener que pasar largas jornadas en la cabina de estas máquinas. Ahora, el prototipo de vehículo autónomo (ACV) de Case IH libera a los conductores de la monotonía de las largas horas guiando el vehículo. Este es capaz de trabajar 24 horas al día, siete días a la semana, con un crecimiento espectacular del rendimiento. Además, el ACV aprovecha la información meteorológica para burlar a los elementos y buscar la zona con el suelo en mejores condiciones para ser laborado.
Los sistemas telemáticos (tabletas) que se utilizan para manejar el tractor a distancia permiten también saber dónde se encuentra en cada momento, ayudarle a evitar obstáculos, o situaciones de peligro, saber cuánto combustible le queda, etc. El tractor puede trabajar de forma totalmente independiente en el campo, e incluso, si existen caminos entre los distintos campos de cultivo, él solo puede irse a trabajar por las mañanas.
Todo esto, como ya hemos dicho, está en fase concept. Toca ahora desarrollar el feedback de miles de agricultores que lo conozcan, incluso lo prueben y den sus veredictos. Y también, por supuesto, ir desarrollando normativas que regulen este nuevo tipo de vehículo autónomo. En los próximos meses seguiremos oyendo hablar de este prototipo de tractor, el futuro de la agricultura ya casi en presente.
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