Arnold Schwarzenegger es bien conocido de todos. Primero por haber sido campeón mundial de culturismo y, tras hacerse actor, encarnar primero a 'Conan el Bárbaro' para posteriormente inmortalizar al letal androide 'Terminator'. Por si fuera poco su historial, después fue elegido Gobernador de California, donde impulsó la normativa más exigente del mundo en cuanto a medioambiente.
A la hora de elegir modelo para cambiar de coche no es extraño que 'Terminator' se haya fijado en el Mercedes G. De estética militar este todo terreno es de los pocos que quedan puros por su gran eficacia fuera del asfalto y su fiable mecánica. De hecho, el pasado año el modelo G de Mercedes batió su récord de ventas y es habitual verlo tanto cruzando los desiertos arábigos como paseando por la Riviera o Beverly Hills.
Pero al bueno de Arnold le ha surgido un serio problema pues su coche preferido, el nuevo G 4.0 V8 biturbo de 422 CV es un vehículo excesivo en todos los sentidos y sin aerodinámica alguna. ¿Cómo podría volver a casa conduciendo este monstruo insaciable de gasolina tras haber firmado todos esos severos decretos antipolución?
Para solucionar el problema Schwarzenegger, de ascendencia austriaca ha recurrido a sus paisanos los hermanos Kreisel. Propietarios de la empresa R&D, se dedican a desarrollar nuevas tecnologías de movilidad eléctrica y ya han patentado un buen número de soluciones en este campo. Están a un paso de convertirse en fabricantes y se han estrenado con esta preparación única, el Mercedes Clase G Eléctrico para nada menos que 'Terminator'.
