
Volkswagen ha alcanzado un acuerdo para abonar 4.300 millones de dólares a las autoridades estadounidenses por el escándalo de emisiones, también conocido como 'dieselgate', además de hacer una declaración de culpabilidad.
Esta cuantía se suma a los casi 15.000 millones de dólares que la compañía pactó el pasado mes de octubre con los reguladores y los propietarios. Por tanto, la cuantía total supera los 19.200 millones.
La automovilística reconoció en 2015 haber instalado un software que modificaba las emisiones de NOx en algunos de sus modelos cuando estaban siendo objeto de pruebas de laboratorio.
En junio de 2016 se anunció un acuerdo a través del que la compañía aceptaba destinar 10.033 millones de dólares a recomprar vehículos afectados y a compensaciones a los propietarios. Además, se comprometió a gastar 4.700 millones de dólares en la puesta en marcha de programas para compensar los excesos de emisiones y para fomentar las infraestructuras de vehículos de cero emisiones.
Este lunes, además, el FBI detuvo al responsable de Compliance del consorcio automovilístico en Alemania entre 2014 y marzo de 2015, Oliver Schmidt, por una posible conspiración para defraudar en relación con el caso del software trucado, según indicaron dos fuentes cercanas a la operación al diario 'The New York Times'.
En Estados Unidos hay alrededor de 475.000 vehículos con el motor diésel TDI de 2.0 afectados por el caso del software que alteraba las emisiones de los modelos al detectar que estaban siendo objeto de pruebas de laboratorio.
Los fiscales generales de los Estados de Nueva York y Massachusetts presentaron demandas contra Volkswagen y acusaron a Schmidt de jugar un papel importante en los esfuerzos de la empresa automovilística de encubrir el caso del software ante las autoridades estadounidenses.
Además, el grupo automovilístico alcanzó el mes pasado un acuerdo con las autoridades estadounidenses para la recompra o reparación de 83.000 vehículos de las marcas Audi, Volkswagen y Porsche con el motor diésel de 3.0 litros que incorporaba el software.
La compañía anunciaba el martes que en el año pasado comercializó un total de 10,31 millones de vehículos de todas sus marcas en todo el mundo, lo que supone un incremento del 3,8% respecto a 2015 y volver a superar la barrera de los diez millones de unidades, tras los 9,93 millones de unidades matriculados el año anterior.