
Audi, la división más rentable del grupo Volkswagen, ha perdido a su segundo director de desarrollo como consecuencia del escándalo de las emisiones contaminantes, al mismo tiempo que la marca lucha por distanciarse de la crisis.
Stefan Knirsch, de 50 años, ha abandonado de forma inmediata su cargo como principal ingeniero de Audi. El ejecutivo, que anteriormente dirigía la unidad de desarrollo de motores y transmisión de la marca, ha ocupado el puesto de ingeniero jefe de Audi durante algo menos de diez meses. No obstante, desde la entidad no se han ofrecido explicaciones sobre la repentina espantada de Knirsch.
Audi, esencial para la tecnología del grupo Volkswagen, se encuentra en el foco de las investigaciones en las últimas semanas dado que los problemas con los reguladores de Estados Unidos por los motores diésel de tres litros - desarrollados por Audi - siguen sin resolverse. La salida de Knirsch, que se unió a Audi en 1990, plantea dudas sobre el papel de la marca en el desarrollo de software para manipular las pruebas de emisiones.
La explicación oficial de Volkswagen es que la manipulación fue llevada a cabo por parte de un pequeño grupo de técnicos, sin el conocimiento de altos directivos. No obstante, el exhaustivo informe que publicará a finales de año la firma jurídica estadounidense Jones Day sobre la manipulación de las emisiones será determinante.
Knirsch reemplazó a Ulrich Hackenberg, quien dejó Audi el año pasado, junto a otros ejecutivos involucrados en el desarrollo de motores en el grupo Volkswagen. Hackenberg era un confidente íntimo del exmáximo responsable ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn, forzado a dejar la empresa días después de que el escándalo estallara en septiembre del 2015.