
Ford Motor y Rolls-Royce son algunas de las compañías que se salttarán el Salón del Automóvil de Paris, pues el que alguna vez fue un evento ineludible hoy sucumbe ante los profundos cambios del sector automovilístico. En vez de gastar millones de dólares para atraer consumidores a centros de exhibición atestados de gente, los fabricantes de coches están llegando a los compradores a través de los medios en que estos prefieren pasar el tiempo: Instagram, los blogs y la playa.
"Existía la idea de que había que estar presente en todos los salones del automóvil", dijo Andy Palmer, máximo responsable ejecutivo de Aston Martin, quien también ignoró el evento parisino que comienza el 1 de octubre. "Sin embargo, en algunas ocasiones existen formas mejores de hacerlo en vez de gastar dinero en un salón tras otro".
Pero no serán las únicas que se ausentarán. Volvo tampoco estará presente en la muestra de París, pues ha limitado su participación en salones del automóvil a nivel mundial con el fin de comercializar sus productos en forma más directa con los compradores. Además, gran parte de los altos ejecutivos de BMW estarán en una reunión de discutiendo sobre estrategias para los coches eléctricos en vez de anunciar los modelos disponibles actualmente. Volkswagen refrenará sus gastos en el salón, prescindiendo de su opulento evento de gala Group Night y de un puesto para su unidad de autos de lujo Lamborghini.
La participación en una exhibición de automóviles puede costar millones de dólares porque las marcas intentan superarse unas a otras. Audi gastó más de 10 millones de euros para construir un pabellón temporal y completarlo con una pista cubierta en el salón del 2011 en Fráncfort, que se alterna con París como el evento anual de mayor nivel del sector en Europa. Celebridades como Justin Timberlake son comúnmente contratadas para aparecer en eventos de los salones del automóvil y los puestos usualmente ofrecen una serie de obsequios para los visitantes.
Ford prefiere 'vender' en la playa
Las exhibiciones masivas, que aumentaron su relevancia cuando el coche se transformó en el símbolo por excelencia de la libertad individual y del éxito, están perdiendo su posición porque los fabricantes, cada vez más, consideran que las modelos de piernas largas y la música fuerte ya no son la mejor manera de vender un coche. Aunque los costes de los elaborados puestos son un factor importante, el cambio del comportamiento del consumidor y la evolución de los autos a verdaderos computadores sobre ruedas están impulsando a los especialistas en marketing del sector automovilístico a buscar en otro sitio.
Ford anunció que "ha adoptado un nuevo enfoque para la publicidad en Francia", e invita a los consumidores a realizar pruebas de conducción de un día por el país este verano, en vez de exhibir los vehículos en el salón de París. La tercera marca más grande de automóviles de Europa está fomentando las inversiones en este tipo de "marketing experiencial" en un 50% este año y, además, dedica más tiempo a eventos enfocados en tecnología, como la conferencia sobre innovación digital 'Le Web de París'.
Este verano, Rolls-Royce invitó a sus aficionados a cócteles, pruebas de conducción y sesiones de moda en la playa de la elegante bahía de Porto Cervo en Cerdeña, Italia. Algunos eventos fueron hechos a medida para bloggers e instagramers, quienes luego compartieron fotos, videos y opiniones online.