La maleta con motor existe y empezará a venderse en 2017. Es eléctrica, se carga en cuestión de minutos y tiene medidas de equipaje de mano para llevar dentro de la cabina del avión.
¿A quién no le ha pasado eso de llegar al aeropuerto con la hora justa para subirse al avión? Caminata a ritmo rápido hacia los mostradores de facturación, más de lo mismo hacia el control de seguridad y carrera loca de camino a la puerta de embarque con el corazón casi saliéndose por la boca. Esos minutos de más en la cama o ese inoportuno atasco en la salida de la ciudad son los responsables de haber llegado, por los pelos y con una buena dosis de estrés, a coger el dichoso avión.
Pues bien, para todos los regazados del mundo -que nos somos pocos-, llega ahora una maleta motorizada capaz de transportar a las personas por el aeropuerto. Sí, como suena. Es un todo en uno, ya que no sólo transporta de un sitio a otro sino que dentro de ella cabe la ropa de viaje; además, sus medidas son las propias del equipaje de mano que se admite en cabina. La idea no parece nada mala, al menos sobre el papel.
Carga casi total en 15 minutos
La maleta en cuestión se llama Modobag y emplea un motor eléctrico de 200 vatios que se alimenta de dos baterías de ión-litio de 12 voltios cada una. Para una carga completa se necesita una hora, que no es mucho; pero con el sistema de carga de rápida se puede tener entre el 80 y el 90% de la capacidad de las baterías en 15 minutos. Así que no hay excusa para no llevársela de viaje, porque en lo que uno tarda en desayunar, ya puede tener su vehículo perfectamente útil.
La moto-maleta puede llevar a personas de hasta 118 kg durante casi 10 kilómetros y a una velocidad de unos 13 km/h. Por si fuera poco, tiene un sistema de localización GPS mediante una aplicación móvil, indicadores de carga y hasta dos puertos USB para cargar dispositivos móviles mientras se recorre la terminal.
Para usarla basta con levantar un manillar tipo bici y sacar unas estriberas laterales. Todo lo demás es como una moto: acelerar, girar y también frenar, porque Modobag tiene un sistema de detención que se activa con una maneta. En su interior cabe el equipaje, ya que según aseguran sus creadores queda libre el 85% del interior, mientras el 15% restante queda reservado al sistema de impulsión. En cuanto al peso, la maleta vacía de ropa arroja en la báscula unos 9 kg. Evidentemente, cuando toque arrastrarla será más complicado que con una maleta de mano normal y corriente, pero suponemos que es un pequeño peaje a pagar por tener movilidad autónoma cuando se desee.
La maleta motorizada ha nacido como un proyecto de micromecenazgo por crowdfunding, en el que sus creadores esperaban recibir 50.000 dólares para sacarlo adelante. En cuestión de días se ha triplicado esa cifra, así que no nos extrañaría empezar a ver muy pronto la Modobag convertida en realidad. En 2017 comienza su comercialización con un precio de 995 dólares.