
Los radares de velocidad suponen un gran peligro económico para los conductores. Por esta razón las marcas automovilísticas, como por ejemplo Ford, han creado dispositivos para asegurar a los usuarios ante este tipo de controles.
Según Autofácil, Ford ha creado una nueva tecnología 'anti-radar', un limitador de velodidad variable que se ha instalado en los Ford S-Max de toda Europa. Este sistema mezcla el limitador de velocidad con el control de crucero.
Ford utiliza la información de las rutas, generando automáticamente nuevos límites de velocidad y reduciendo la velocidad, para evitar así una infracción al volante.
Además, no molesta en los frenos a la hora de reducir velocidad, sino que reduce la alimentación del combustible al motor hasta llegar a la velocidad deseada. Al pisar el acelerador el conductor retoma el control de este sistema.