
Faustino Temprano sustituye desde el pasado sábado a Agustín Prieto al frente de UGT Castilla y León tras vencer con una candidatura única que, sin embargo, no ha tenido el apoyo de la Federación de Servicios Públicos.
¿Cuáles serán sus grandes prioridades?
Desde el punto de vista interno, vamos a dar mayor protagonismo a los secretarios generales de las uniones provinciales y comarcales y eso pasa por dedicar más recursos materiales, económicos y humanos para que puedan hacer una mayor acción sindical en el día a día. También vamos a potenciar los servicios del propio sindicato, dar más apoyo a los delegados sindicales e impulsar la afiliación.
¿Y de puertas para afuera?
En Castilla y León tenemos 200.000 parados a los que hay que dar una solución Son personas con nombre y apellidos que tienen que cubrir sus necesidades y no podemos mirar hacia otro lado. Por tanto, en primer lugar impulsaremos políticas a través del Diálogo Social que favorezcan la creación de empleo y eso pasa por la derogación de la Reforma Laboral del PP y la de Zapatero porque ni crean ni mantienen el empleo. Pero no sólo eso, sino queremos que se restituyan a los trabajadores los derechos que tenían antes de que entrasen en vigor. Queremos también potenciar la negociación colectiva, en la que ahora el poder está descompensado a favor del empresario. Teniendo claro que no hemos salido de la crisis, que no vemos la salida por ningún lado, queremos que la gente empiece a recuperar poder adquisitivo. En estos momentos hay un nuevo grupo de trabajadores que tienen empleo pero están en el umbral de la pobreza y contra eso hay que luchar a través de la negociación colectiva. Otro de nuestros objetivos es que se restituyan todos los derechos perdidos con el Gobierno del PP en materia sanitaria, educación o servicios sociales.
Hemos conocido el cierre de Lauki y Dulciora en Valladolid. ¿Vuelven las deslocalizaciones?
En Castilla y León nunca se han ido. Hemos aprobado una resolución de apoyo a los trabajadores y nos vamos a oponer con todas las consecuencias. Y pedimos a las administraciones que pongan todos los medios para que los trabajadores sigan en Valladolid. Además, para nosotros hay un sector estratégico, como es el carbón, al que queremos que se dé una solución definitiva porque está dando las últimas bocanadas.
La otra cara es el acuerdo en Renault...
Es un acuerdo que demuestra, en primer lugar, que los sindicatos valemos para algo, una cosa que los trabajadores sí tienen claro, pero los ciudadanos nos pueden ver de otra manera. Para nosotros es muy importante además porque es la demostración de que a través de la negociación, de la búsqueda del consenso, se puede conseguir una recuperación salarial importante y a la vez lograr que un número importante de trabajadores pueda pasar a tener un contrato indefinido. Va a dar solución a dos colectivos, a los mayores de 55 años, que se pueden ir para su casa a través de contratos relevo que permiten a la vez la entrada de jóvenes.
¿Reconoce entonces que los ciudadanos no tienen buena imagen de los sindicatos?
Ha habido una campaña desmesurada contra los sindicatos, especialmente contra la UGT, por los temas de liberados, formación, los Eres de Andalucía...Pero también tenemos que hacer autocrítica y decir que no hemos sido capaces de trasladar a los ciudadanos para qué estamos y qué estamos haciendo. Y algunas veces hemos mirado para otro lado y no hemos dado las soluciones. UGT Castilla y León va a tener una transparencia absoluta de cara a los afiliados y a los ciudadanos, vamos a tener bolsos de cristal y no miraremos nunca para otro lado. Pero también respetando la presunción de inocencia.