El establecimiento de un turno de fin de semana y festivos sin costes se ha convertido en el principal caballo de batalla entre la dirección de Renault y los sindicatos para lograr un acuerdo que permita la consecución de un nuevo plan industrial.
La compañía del rombo planteó ayer al Comité Intercentros el establecimiento de este turno como una de sus "prioridades" en materia de flexibilidad. Según la dirección, la medida es "imprescindible" dada "alta demanda" que prevé para los dos modelos que fábrica la Factoría de Palencia, el Mégane y el Kadjar. De no implantarse, se correría el riesgo de que la planta "no sea capaz de abastecer la demanda comercial de estos dos vehículos para los próximos cuatro años".
El turno que propone Renault trabajaría con carácter general 12 horas sábados, domingos y festivos y estaría integrado por eventuales contratados del exterior y "una pequeña parte" de empleados que procedería del interior de la empresa, que se incorporaría de forma obligatoria.
Los sindicatos rechazan la propuesta
Sin embargo, UGT, CCOO y SCP fueron "tajantes" al calificar de "inaceptable" la propuesta. Los sindicatos piden que el turno "no sea obligatorio" para ningún trabajador y que el área en el que se aplique la medida esté saturada a tres turnos.
Asimismo, los representantes de los trabajadores defendieron que el turno debe garantizar que los modelos se fabricarán íntegramente en España y muestran su rechazo a la "insuficiente" retribución que propone la dirección de la empresa para las nuevas contrataciones, de en torno a 900 euros brutos al mes para un especialista de base trabajando nueve jornadas de 12 horas.
Los sindicatos aseguran que con la propuesta de la empresa "no habría una garantía de que este turno complementara los tres turnos de trabajo; es decir, se podría implantar, aunque nuestras fábricas no estuvieran saturadas".
Las tres organizaciones coinciden en la necesidad de encontrar medidas que permitan dar solución al exceso de producción de las factorías, generando además nuevos puestos de trabajo, pero no a cualquier precio", por lo que piden a la empresa que "reflexione" y "no pierda la posibilidad de un acercamiento en este punto".
Las negociaciones, que seguirán durante la jornada de hoy, han abordado ya aspectos como la conversión de contratos relevo en indefinidos, tema sobre el que hubo un acercamiento, aunque todavía las posturas están lejos, ya que la empresa apuesta por convertir 1.000 contratos, frente a los 2.500 que piden los sindicatos.