El brazo financiero de Toyota deberá pagar indemnizaciones por valor de 22 millones de dólares a clientes de raza negra y asiáticos que pagaron más por sus préstamos para comprar coches que los blancos, después de llegar a un acuerdo tras las denuncias de discriminación por parte de los reguladores federales.
Toyota Motor Credit había estado bajo investigación por el Departamento de Justicia y la Oficina de Protección Financiera al Consumidor federal desde 2013, como parte de una amplia investigación sobre las prácticas de firmas automotrices en la concesión de préstamos, lo cual ha acabado con un acuerdo con la justicia, según explica Los Angeles Times.
Estas instituciones no detectaron discriminación directa por parte de Toyota Motor Credit, sino que los concesionarios del fabricante de automóviles japones aumentaron las tasas de interés para los prestatarios negros y asiáticos, que acababan pagando más que los clientes blancos.
Los prestamistas como Toyota Motor Credit ofrecen una tasa base para los compradores en función de su solvencia, pero además a los concesionarios se les permite sumar un interés adiciona, conocido como margen de beneficio distribuidor.
"Ningún consumidor debe ser forzado a pagar más dinero por un préstamo debido a su raza u origen nacional", ha declarado Eileen M. Decker, abogado del Distrito Central de California, en el comunicado que anuncia el acuerdo.
Los investigadores descubrieron que los compradores negros pagan un 0,27% más por los préstamos que los clientes blancos con créditos en condiciones similares, mientras que los prestatarios asiáticos pagan un 0,18% más. Este interés adicional supone que los prestatarios negros, han pagado de media hasta 200 dólares más en el período de vigencia de sus préstamos, mientras que los asiáticos han desembolsado 100 dólares más.
No está claro aún el número de clientes afectados pero el acuerdo implica a más de 100.000 prestatarios.
En una demanda presentada el martes en Los Ángeles ante un tribunal federal, el Departamento de Justicia dijo que Toyota sabía que permitir que los concesionarios marcaran los préstamos creaba un "riesgo sustancial de discriminación" y que el fabricante nipón no empezó a hacer un seguimiento de las desigualdadeshasta el año 2014, un año después de que los reguladores federales comenzaran su investigación.
Toyota Motor Credit ha acordado pagar 20 millones de dólares a modo de restitución a los clientes que firmaron préstamos desde enero de 2011 hasta el pasado martes. La compañía también destinará dos millones más para compensar a los nuevos prestatarios hasta que Toyota establezca controles para evitar el recargo.
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